Supongo que después de sudor y lágrimas y de un arduo trabajo por parte de los organizadores, fue esta mañana posible que se llegase a realizar la firma del Pacto Galego contra a Pobreza por parte de los grupos parlamentarios presentes en el Parlamento de Galicia (PPdG, PSdG-PSOE y BNG) y de la Coordinadora Galega de ONGD, entidad promotora de la iniciativa. El marco, inmejorable, el Salón Noble de la Universidad de Santiago de Compostela. Este fue el remate a toda una semana de iniciativas que desarrollaron un grupo de compañeros a lo largo del Camino de Santiago, desde Sarria y que en lugar de acabar en la Catedral, llegaron al Pazo de Fonseca de la USC donde los esperábamos el grueso de los que conformamos el sector de la cooperación gallega.
La firma del Pacto Gallego contra la Pobreza culmina un trabajo que empezó hace más de un año y que fue tomando forma haciendo que los grupos políticos de Galicia fuesen tomando conciencia de estos temas y que no se reduzcan a una simple línea en el programa electoral cada cuatro años. Merece la pena recordar que Galicia ocupa el último lugar en fondos destinados a la Cooperación al Desarrollo. Tomando y adaptando un poco las palabras del Presidente de la Coordinadora Galega de ONGD, unos tienen que definirse en estos temas, los otros cuando pudieron y gobernaban en años de bonanza no incrementaron fondos y los otros son los responsables actuales y sobre ellos recae el desarrollo el actual II Plan de la Cooperación Galega. Hoy no estaba la gente por figurar o para que la vean y los que sólo buscan esto hoy no aparecieron. No estaban ni se les echó de menos. Hoy estábamos los que de una manera u otra nos creemos esta historia de la Cooperación Internacional y hacemos todos los días desde diferentes estrategias, lugares, puestos de responsabilidad o de voluntariado a pie de calle algo para que esto mejore.
Solamente voy a destacar dos aspectos. Uno, el lugar donde tuvo lugar este acto, El Pazo de Fonseca. Podemos decir que aquí practicamente nació la Universidad de Santiago hace más de 500 años y en entre estos muros se constituyó en los albores de los ‘80 el primer Parlamento de Galicia. Que la Universidad de Santiago acogiese y estuviese presente es significativo, importante, representativo y hasta emotivo.
En segundo lugar, creo que es un colofón a una trayectoria, la de Xosé Mª Torres como Presidente de la Coordinadora Galega de ONGD. Con esto no quiero jubilarlo antes de tiempo, pero es sabido que su mandato expira en unos pocos meses, no descubro nada nuevo. En estos casi seis años su trabajo está ahí y este acto de hoy simbolizará eso que llamarán un punto de inflexión.
Ya por úlitmo, el fin de fiesta y la descompresión alrededor de una mesa.
Siquiente reto: QUE SE CUMPLA!!!