Será preciso conocer la letra pequeña del acuerdo alcanzado entre el Gobierno Zapatero y las centrales sindicales CC.OO y UGT, en relación con la reforma de las pensiones, antes de emitir un juicio definitivo, pero en honor a la verdad debo decir que todo lo que he escuchado hasta el momento no sólo no me gusta sino que además me decepciona profundamente y, aún más, me indigna. Nos engañan con el señuelo de la flexibilidad, esa palabra que suena moderna, pero que encierra grandes trampas, y así nos anuncian que podremos jubilarnos a los 65 años sin penalización económica, aunque para ello sea preciso haber cotizado 38 años y seis meses. Que vayan con este cuento a todos los hombres y mujeres en paro -más del 20 por ciento-, a todos los jóvenes sin trabajo -más del 45 por ciento- y a todas las personas que subsisten en la economía sumergida. Para muchos estar afiliado a la Seguridad Social 38 años y seis meses es un milagro, pero para la mayoría es literalmente imposible. Quienes hoy no tienen trabajo saben que nunca tendrán tampoco una pensión digna.
Ahora nos querrán embaucar con combinaciones de todo tipo entre años cotizados, edad de jubilación y cuantía de la pensión, pero, aunque lo intenten, no podrán hacernos comulgar con ruedas de molino; quienes tienen un empleo estable deberán trabajar hasta los 67 años y las nuevas generaciones, por su parte, quedarán condenadas a pensiones cada vez más bajas y menos dignas porque difícilmente estarán en le mercado laboral 38 años y medio. Claro que la banca ganará con los planes privados de pensiones, a los que mucha personas se verán obligadas a recurrir. Espero que CC.OO y UGT expliquen muy bien las razones para apoyar semejante atropello, que deja indefensas a millones de personas, cada vez más vulnerables ante los abusos de un Gobierno que representa el rostro más duro del neoliberalismo más reaccionario. Por ello, antes de hablar a bombo y platillo de pacto social que sean coherentes y lo sometan a la participación ciudadana; seguro que se quedan solos el Gobierno y quienes le secundan en este camino.