A pesar de no haber estado nunca en Tailandia, me atraen los platos exóticos que componen su gastronomía. Mucho más sabrosa y elaborada que otras comidas asiáticas, la tailandesa juega con ingredientes como el coco, la lima, el curry, los chiles y el arroz. Aseguran que es aún más picante que la mexicana. Irresistible...
Hace poco conocí uno de los restaurantes tailandeses más auténticos de Madrid: el Oam Thong. Reservé una mesa a través de la nueva web de Degusta Madrid, que me garantizaba que el precio del menú no superaría los 25 euros por persona. Decorado con cañas de bambú y madera, este local de ambiente cálido y moderno ofrece platos para todos los gustos.
De toda su carta, recomiendo probar el pollo marinado en hoja de Pandan (Gai Hob Bai Toey) o el tofu ahumado salteado con verduras y curry rojo (Gaeng Ped Tofu); como segundo plato el pato asado en curry rojo (Gaeng Phed Ped Yang) está delicioso, al igual que la carrillera de cerdo ibérico Chiang Mai (Gaeng hang lay moo); y para el postre, una buena elección es el San Ka Ya, un flan de coco cubierto de salsa de mango acompañado de una bola helado de coco.
Eso sí, antes de tirarte a la piscina, presta especial atención a las estrellas (o arteriscos) que aparecen junto a cada plato. Nos indican el nivel de picante. Las cinco estrellas aluden directamente al infierno. Una opción para los más valientes. Si bien la ensalada de langostinos especiados que probé sólo tenía una estrella, su sabor me hizo dar un par de tragos largos a mi cerveza Singha, la más antigua y popular de Tailandia. El picante de mi boca no tardó en desaparecer.
Pero si quieres acertar seguro, pide Pad Thai. Se trata del plato más vendido en Tailandia. Para mi alivio, lleva el tarrito de picante aparte. El chef del restaurante, Po Hai Chiu, me cuenta que estos famosos tallarines de arroz van acompañados de langostinos, nabo salado, tofu, brotes de soja, camarones secos y dos tarritos para acompañar: uno de lima y otro de picante. Para mí, lo mejor es el toque que le dan los cacahuetes triturados que se le echan por encima. Con todo, el secreto del plato tailandés por excelencia reside en su salsa. Según Po, para hacerla se necesita salsa de pescado, tamariños, ajo, lima y azúcar de caña.
En cuanto a bebidas, llama especialmente la atención un envase de plástico con forma de coco verde y pajita. Es agua de coco envasada traída directamente de las playas de Tailandia. Un consejo: lo mejor es tomarla muy muy fría. Yo prefiero la cerveza Singha, pero si quereis atreveros con algo aún más fuerte, probar el Whisky Mekong, la bebida nacional del país que, a diferencia de nuestro whisky, éste está hecho de arroz.
Hasta ahora, este restaurante no ofrecía un menú con precio cerrado. Comenzó a hacerlo cuando se unió a la iniciativa gastronómica de Degusta Madrid. Además del Oam Thong, en esta web puedes reservar, a día de hoy, una mesa en cualquiera de los 15 restaurantes de Madrid que ofrece, entre ellos el peruano El Inti de Oro, la Taberna la Catapa, el americano Soho New York o el mexicano Tepic. Su objetivo es alcanzar los 100 establecimientos. ¡Ah! Y estate atento a sus novedades, porque hay días concretos que te invitan a vino o a unas raciones de jamón ibérico.