El colegiado señala el lugar en el que fue golpeado. Foto PEPE TEJERO (EP)
Nuevo caso de violencia en el fútbol base con el protagonismo de un padre por enésima vez. Partido de infantiles en Lugo con el Polvorín y el Milagrosa B como protagonistas, tal y como informa el diario lucense El Progreso. Desgraciadamente no será la última que se produzca, los partidos "a vida o muerte" desde prebenjamines y que tanto "calientan" a muchos padres, sacan a relucir lo peor de la condición humana ante la escasa preocupación que parece seguir instalada en los cerebros de los que dirigen el espectáculo, para poner fin a una plaga cada vez mas incontrolada. Ayer se publicaba que murió un futbolista entrenando con solo 16 años de edad y este fin de semana no vimos minutos de silencio mas que en su entorno mas cercano. Esos silencios que a veces si se guardan incluso por el inutil concejal que puso un día la primera piedra de su futuro en B. Con estos continuos ejemplos de violencia y dejadez, el minuto de silencio posiblemente llegará por el maltrecho y olvidado fútbol base. Lo peor de todo es que estas noticias ya se consideran "normales" y eso que no siempre se cuenta todo lo malo que pasa, ya que en ocasiones la noticia "depende de..."EL PROGRESO: "El colegiado fue golpeado en la cabeza por el padre del portero del Polvorín tras la finalización del encuentro y tuvo que ser posteriormente escoltado por la presidenta y algún directivo del club lucense para que no sufriese más golpes."El Polvorín Fútbol Club, una referencia en el fútbol base lucense y gallego, reaccionó de forma rápida ante los incidentes emitiendo un comunicado en su web condenando la agresión y brindándose a colaborar en el esclarecimiento de los hechos. El Polvorín Fútbol Club, en relación con los lamentables sucesos acontecidos ayer en el partido de infantiles entre los equipos de nuestro Club y de la SCD Milagrosa quiere expresar lo siguiente:1) Expresar públicamente nuestras disculpas al árbitro del partido y a todo el colectivo arbitral. Del mismo modo nos ponemos a disposición del Colegiado para todo aquello que pudiera necesitar.
2) Desde el mismo final del partido nos ponemos a disposición de las autoridades federativas, arbitrales, policiales o de cualquier otro tipo para colaborar en todo lo posible a aclarecer los hechos acontecidos e identificar a las personas implicadas.
3) El propio Club iniciará una investigación para aclarecer con todo detalle lo ocurrido, reservandonos las posibles acciones de todo tipo que pudieran proceder, especialmente, contra el o los causantes de la agresión.
4) Condenar enérgicamente cualquier tipo de violencia en el deporte, comprometiéndonos a poner los medios necesarios para que situaciones de este tipo no vuelvan a ocurrir. En este sentido no podemos ni queremos olvidar la especial relevancia del papel de directivos y entrenadores para evitar la aparición de contextos en los que estos hechos se puedan repetir.
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