Alguien me preguntó si había sido víctima de algún abusivo, la respuesta es no, me parece que yo intimidaba mas que cualquier posible agresor, creo que si hubiesen descubierto que en verdad yo era mansa palomita hubiera tenido muchos problemas.
Pero si hubo un chico que se sentaba detrás mio y tenía la maldita costumbre de picarme los costados con el bolígrafo hasta lograr que volteara a verle tan solo para decirme "hola" supongo que se creía el mas chistoso del mundo. no se cuanto tiempo le toleré pero se que fueron meses, hasta que un día me encontró de mal lado, sus ojos como platos, su boca tan abierta que parecía que se le había dislocada la mandíbula y su piel tan blanca a causa de la impresión... uno de los mejores recuerdos del colegio.