Revista Opinión

Págala conmigo (Relato Erótico)

Publicado el 03 diciembre 2019 por Carlosgu82

Relato Erótico: Págala conmigo.

Estoy al tanto de que te sientes bloqueada, que la angustia, la ansiedad y el estrés te colocan en una tensión agobiante. No quiero ser una carga más para la pesadez de tus días, al contrario: Quiero ser el escape de tus amarguras. Así que, ven. Pégame en la cara, aunque no lo merezca, lánzame a la cama y págala conmigo. ¡Vamos! No te cohibas, haz de mi tu desahogo, quiero ser el blanco de tu violencia. Rasga mi franela una vez me tengas tumbado bajo tu cuerpo encima de la inocente cama que nos soporta. Por favor, quiero traducir tus energías al sexo. Dame la espalda mientras colocas tus dos nalgas en mi cara y me haces culpable de males ajenos. Restriégame tus bragas empapadas de fluidos por toda mi boca, hazme víctima de tu hostil vejación. Quiero sentir tus nalgas obstaculizando mis ojos mientras que sólo con la lengua puedo palpar tu clítoris y hasta que tú no decidas, no terminar de complacerte. Gobiérname, demuéstrame que eres capaz de ser la autoritaria mujer de la que presumo en mis escritos. Castígame y hazme disfrutar de la aflicción a la que me sometes, pósate vulgarmente frente a mi, sentada con tus piernas abiertas rodeando mis hombros, con una mano, tócate ahí abajo mientras con la otra sostienes mi cabello para mantenerme cerca de tu vagina y tener que observar con proximidad como te masturbas frente a mi, sin permitirme hacer nada por el momento más que contemplar el panorama. Me ofrezco a ser víctima de una injusticia si necesitas evadir cualquier tipo de estrés rutinario. Recuerda que yo soy tuyo, que rendido ante ti me mantendré si así lo deseas. Una vez caigas en cuenta de que mi pene está sumamente endurecido, déjame tirado en la cama y hazme esperar por ti. Hazme esperar todo lo que quieras, sal de la habitación y juega con mi mente, hazme dudar. Juega conmigo. Regresa a la habitación con lencería provocadora, que te hace lucir imperiosa. Estás ensimismada, logrando dejar de lado durante estos sucesos todo aquello que representaba molestias en tu mente. Una vez viendo mi reacción ante tu imperiosa lencería, te acuestas en la cama y me permites ir olfateando y besando con mucha lentitud cada parte de tu dominante figura. Me tienes absolutamente subyugado, emanando liderazgo a través de tu poderío. Despréndete de tus bragas e hipnotízame con ellas, colócalas cerca de mi cara y deja que las feromonas de tus flujos me absorban y hagan perder la razón. Eventualmente con sutileza las agarraré con mi boca y las dejaré a un lado para provocarte y posteriormente penetrarte. Esto te fascina, mi boca en tu oído, una vez más, desprendiendo una voz que comunica delectación. Rasguña mi espalda mientras te penetro, déjame claro que a pesar de ser yo quien te penetra, sigues siendo tú la que da las órdenes. No tengas piedad de mi, empápame con tus fluidos y mantén mi empalme perenne. Oblígame a cogerte duro, rétame, pregúntame si es eso todo lo que doy, hazme sentir que satisfacerte es un desafío para mi. Luego de una larga dosis de penetración, descansa una vez más acercando mi cara a tu clítoris y permíteme besarlo con pasión. Invertiremos la posición, más no los roles y esta vez eres tú quien aproxima su cara a mi pene para chupetearlo con fuerza y con brevedad, para terminar agitándolo hasta el punto que me haces esparcir toda mi esperma sobre tu suave rostro, sintiendo esa caliente leche quemando placenteramente tu piel. Permíteme limpiarte nuevamente y dame mi respectivo beso de reconciliación después de nuestras intensas guerras traducidas al sexo. Siempre que te sientas agobiada, no dudes en pagarla conmigo. En este contexto, siempre querré ser tu objeto de desahogo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog