Enriquecimiento indebido a favor de Hacienda
Hacienda
A estas alturas, ¿quién no ha oído hablar de los recortes a los funcionarios y en especial a lo referente a las pagas extra?, cosa que parece no coincidir demasiado con los anuncios de subidas salariales a los inspectores de Hacienda, pero eso es una cuestión aparte de la que ya hablo en otro artículo.
Aquí me referiré a otra de esas injusticias que ocurren a diario de una manera u otra.
Yo no voy a defender ni a criticar el recorte de la paga; vamos a dejar estar ese punto y supongamos… digo solo “supongamos”, que el recorte es correcto, necesario y adecuado.
Bien, ya lo hemos recortado, ya no van a cobrar la paga de Navidad…
Lo que no puedo aceptar de ninguna de las maneras, a pesar de que no me afecte personalmente porque, ni soy funcionario, ni nadie de mi entorno cercano lo es, pero como digo, no puedo aceptar que estos funcionarios, a los que se les ha privado de su paga de Navidad y por lo tanto no la van a cobrar, tengan que cotizar por ella como si la hubieran cobrado, descontándoseles de la nómina la oportuna retención.
¿Por qué ocurre esta atrocidad?
Parece ser que en el decreto antidéficit del 13 de julio, donde se suprimió la paga extra de diciembre a los funcionarios, no se incluyó ninguna modificación sobre la cotización.
¿Y ahora qué?
Me pregunto si por el simple hecho de no haberlo contemplado en el decreto, es justo que tengan que pagar por algo que no perciben. Entiendo que deberían de cambiarlo, y punto, o escribir otro decreto, o anotarlo en la pizarra del Congreso, tanto da una cosa como la otra. Lo que no puede ser es que ocurran estos desaguisados.
Pero no es un caso aislado que exista un enriquecimiento indebido en la Administración de Hacienda. ¿Qué es sino lo de tener que ingresar retenciones sobre intereses inexistentes cuando se ha pactado un préstamo sin interés?, o estar pagando a cuenta de un impuesto de sociedades porque el año anterior se tuvieron beneficios, a pesar de que está claro que en el año actual no los hay, o cuando una factura resulta impagada y el empresario ya ha pagado el IVA no cobrado… hay muchos ejemplos de este tipo de prácticas, dignas de países bananeros.
Ramón Cerdá