Pagos con el teléfono, el futuro ya está aquí

Hace un 2 ó 3 años, se hablába de que en breve todos podríamos pagar el autobús o la cena en un restaurante usando solo nuestro teléfono móvil. En ese momento, había ciertas reticiencias en aceptar esto, no porque la tecnología no lo fuera a permitir sino más bien por la inseguridad y otros prejuicios que podían existir pero parece que, una vez más, todo eso parte del pasado y este adelanto es ya algo bastante real y que comienza a generalizarse.

El uso del smarpthone para realizar nuestros pagos es algo que conlleva ciertas ventajas: comodidad, seguridad de no tener que enseñar una tarjeta de crédito o la posibilidad que ofrecen la mayoría de aplicaciones de gestionar distintas cuentas y medios de pago son algunas de ellas.

Apps basadas en NFC o códigos QR

NFC, Near Field Communication, es una de la tecnología más socorrida por las apps de pago en el móvil para implementar sus sistemas. NFC permite el intercambio de datos de manera inalámbrica entre dos dispositivos que se encuentren a poca distancia. Los smartphones de gama alta vienen incorporando un chip NFC desde hace años. Por ejemplo, los HTC One o Samsung Galaxy S4 ya cuentan con esta tecnología.

Entre las aplicaciones que usan este tipo de tecnología para realizar pagos encontramos varias opciones como Vodafone Wallet, impulsada por el operador británico o BBVA Wallet, respaldada por la esta entidad finaciera. Estas apps convierten a nuestro teléfono en lo más parecido a una tarjeta prepago. Una vez cargada cierta cantidad de dinero en nuestra cuenta, para llevar a cabo una compra simplemente hay que acercar el teléfono al terminal, siempre y cuando en el comercio acepten este tipo de pago claro. En el caso de BBVA Wallet, el banco ofrece a sus clientes una pegatina NFC para poder llevar a cabo este tipo de pagos en cualquier teléfono, independientemente de si integra o no chip NFC.

Pero el pago a través del teléfono móvil sin necesidad de contar con un dispositivo con esta tecnología también es posible gracias a otras apps. Por ejemplo, MyMoid. Esta app, desarrollada por una compañía española, permite el pago a través de tecnología NFC pero también utilizando la cámara del teléfono como lector de códigos QR o incluso mediante mensajes de texto o correos electrónicos. De esta manera, casi cualquier teléfono móvil se puede utilizar para realizar pagos.

Las opciones que prescinden del chip NFC son cada vez más frecuentes. iPAYst, es otra opción que opta por el uso de códigos QR para llevar a cabo la transacción. Una app desarrollada por la compañía alemana UMT AG y respaldada en España por Banco Sabadell (en estanislaoberruezogarcia.com puedes encontrar amplia información sobre esta app).

La seguridad: un principio fundamental

En el proceso de configuración de este tipo de apps, debemos introducir los datos de una tarjeta de crédito para asociarla a nuestra cuenta. Una información, que no se almacena en nuestros teléfonos sino encriptada en servidores seguros de manera que la pérdida o robo del teléfono móvil no entraña ningún peligro para estos datos.

¿Una opción generalizada?

La tecnología ya está disponible para el usuario medio de los teléfonos móviles, la seguridad parece que también se garantiza (en la medida de lo posible) pero aún falta un último e importante punto para su uso generalizado: que los comercios acepten esta forma de pago.

En las grandes ciudades o en sistemas de transporte es cada vez más fácil encontrar el pago móvil como una opción más para pagar nuestros recibos pero su uso aún no está generalizado. En este sentido, parece que el pasado dado por gigantes de la tecnología como Facebook que también ofrece una forma de pago online podría ser un importante impulso para que más comercios se adhieran a este sistema. Será entonces cuando, de verdad, se pueda generalizar el uso de smarpthones como un sistema de pago más.