A través de The Farm 51 y Badland Games que se ha encargado de la distribución del videojuego en España, nos llega Painkiller Hell and Damnation, un “nuevo” videojuego shooter que por fin llega a nuestras consolas y lo hace en formato físico, tanto para Xbox 360 como para PS3, estando también disponible para PC. Se trata de un shooter en primera persona que nos recuerda poderosamente a Serious Sam o Doom, salvando las distancias.
Painkiller Hell and Damnation es un remake de lo que fue en su momento el conocidísimo videojuego Painkiller, donde disparar y matar es lo fundamental. Es un FPS (first person shooter) masivo y ¿qué quiere decir ésto? pues que al igual que ocurría en Serious Sam (otro juego del mismo estilo) tendremos que combatir con una barbaridad de enemigos que nos acechan directamente sin ningún tipo de descanso. Disparar y no pensar es la filosofía que nos presenta un videojuego como éste, el cual puede ser una buenísima opción para los momentos en los que tenemos que hacer grandes descargas de adrenalina.
El juego es bastante entretenido y aunque quede un poco por debajo de lo que estamos acostumbrados a día de hoy dentro del género, no hay que dejar de pensar que se trata de todo un clásico llevado a las consolas de sobremesa actuales, además que su filosofía es muy distinta a la que encontramos en un Call of Duty o similares, aunque también sea un shooter.
Y es que no podemos dejar de disparar: desde que comencemos la partida hasta que decidamos descansar de tanto enemigo junto nos dedicaremos a recorrer escenarios más o menos repletos de obstáculos, abiertos y cerrados, apretando el gatillo y recorriendo las estancias para evitar ser atacados por todos los flancos. No, no siempre los enemigos vendrán de frente, el movimiento del personaje constante es fundamental para la victoria en cada una de las “fases” marcadas por puntos de guardado. Al estar hablando de un videojuego en primera persona, algunos escenarios son verdaderas trampas mortales, ya que tener que esquivar obstáculos de espaldas mientras disparamos constantemente es todo un reto.
Además de disparar y matar tendremos otras tareas secundarias. Las llamadas “cartas del tarot” son complementos que nos ayudarán a mejorar las condiciones del personaje en combate y se activarán cuando más las necesitemos. A principio de cada misión podremos elegir las cartas que queremos equipar, cada una de ellas con efectos diferentes. Habrá que desbloquearlas a lo largo del juego y tendremos que hacerlo consiguiendo completar los requisitos impuestos, que podremos consultar en cualquier momento durante el juego (aparecerá un desplegable donde veremos la descripción).
No faltarán los objetos coleccionables, como las almas entre otras cosas, las cuales tendremos que recoger para contentar a la muerte y así poder volver a ver a nuestra amada. Esta es fundamentalmente la premisa que sigue el argumento, una mera escusa para el desarrollo de lo que realmente tiene peso en Painkiller Hell and Damnation, su jugabilidad. Además, si adquirimos suficientes almas en un determinado momento, nos convertiremos en un auténtico demonio y acabaremos con todos los enemigos que se nos pongan delante con unos pocos ataques (algo así como un modo berserker). Al igual que otros videojuegos del género, contaremos con armaduras que estarán dispersas por el mapeado, las cuales reducirán bastante el daño ocasionado por nuestros enemigos. De todas maneras, éste daño también se verá eliminado una vez que completemos una zona y lleguemos a un punto de guardado, ya que nos restablecerá por completo la salud (que no la protección).
No preguntes, sólo dispara
Las armas disponibles son escasas, tendremos unos cuantos modelos que se definirán al momento de usarlos y no tienen mucha miga (unas nos servirán mejor en ataques a distancia y otras para sacarnos de apuros en el cuerpo a cuerpo), pero ésto no nos debe causar preocupación: las disponibles son las justas y las necesarias. ¿Coberturas? ¿Dónde? si esperáis hacer algo de estrategia con nuestro personaje o evitar los ataques del enemigo utilizando el mapeado, podéis iros quitando esa idea de la cabeza, ya que correr y disparar es lo único que podremos hacer.
La IA de los enemigos brilla por su ausencia, se dedicarán a atacarnos fundamentalmente cuerpo a cuerpo y a tirarse a nuestra yugular sin ningún miramiento en manadas. Muchas veces veremos enemigos atascados entre objetos del escenario (son trampas mortales no sólo para nosotros). Otra de las cosas que molesta bastante, es que al terminar con un enemigo tendremos que esperar unos segundos hasta que desaparezca su cuerpo y aparezca su alma. Además se pierden con el paso del tiempo y recogerlas todas, entre el frenético movimiento evitando otros ataques, es algo complicado. Lo ideal hubiera sido la aparición del alma inmediata para no estropear el dinamismo de la partida.
El videojuego Painkiller Hell and Damnation es bastante corto, unas aproximadamente 6 horas de juego es lo que nos ofrece, divididas en 14 mapas que se han seleccionado tanto del videojuego Painkiller original como de su expansión Battle Out of Hell. También se han visto reducidos los jefes finales (ya sabéis, esos monstruos descomunales que tendremos que abatir a base de terminar cargadores), sólo podremos disfrutar de 4 durante todo el juego. Quizá más adelante veamos contenido adicional en formato DLC para este título que incluya más niveles, más jefes… más de todo, pero a día de hoy no hay confirmación al respecto.
Pero lo bueno que presenta es su gran rejugabilidad, con este videojuego podremos pasarnos las horas muertas pegando tiros a diestro y siniestro sin cansarnos. Además se han añadido modos multijugador que podremos disfrutar en tres modos distintos: cooperativo o deathmatch en red local, a pantalla partida u online. El disfrute podrá venir dado en partidas donde jugaremos con otros amigos en el “todos contra todos”, acabando con los enemigos en equipo u otro típico modo de juego de “atrapar la bandera”. El modo cooperativo está bastante entretenido, pudiendo disfrutar en compañía de la acción desenfrenada, pero con cuidado, ya que las zonas de salvado en los diferentes puntos del escenario no nos servirán de mucho: si mueres volverás a empezar toda la zona desde el principio.
Gráficamente Painkiller Hell and Damnation luce bastante bien, los acabados conseguidos con el motor gráfico Unreal Engine 3 son buenos y el rendimiento del juego, aunque quizá no sea lo mejor que hemos visto, cumple con las expectativas. Los enemigos y los escenarios tienen unas texturas de buena calidad, además de contar con amplia variedad en cada uno de ellos. Los mapeados tienen todos un aire decadente y recargado, repleto de tumbas, calaveras, estatuas siniestras, columnas, etc. Contaremos con muchas vísceras, desmembramientos y explosiones muy bien conseguidos. El apartado sonoro tampoco se queda atrás, aunque en ocasiones resulte ligeramente repetitivo. Unas melodías a lo Iron Maiden que se han rediseñado del original para ajustarse a esta desenfrenada jugabilidad, consiguiendo por supuesto meter aún más al jugador en la acción y los disparos constantes.
Conclusión Painkiller Hell and Damnation
La nueva versión que lleva como título Painkiller Hell and Damnation es un videojuego shooter en primera persona muy recomendable. Un título que nos ofrece la acción en estado puro, donde disparar y matar sin pensar absolutamente en nada más es lo fundamental. Cumple con las expectativas en unas cuantas horas de juego para la campaña principal que podemos jugar en solitario o acompañados de amigos, bien sea en modo cooperativo o competitivo. A todo esto le acompañan unos gráficos recargados y bien definidos que no llegan a ser punteros pero que cumplen su trabajo a la perfección.