Apenas una hora de nuestra salida de Marrakech comenzamos a cruzar las montañas del Atlas. Curvas y más curvas ven pasar un denso tráfico de coches, motocicletas y camiones, es la única carretera que exite para cruzar el Atlas desde la antigua capital de Marruecos. Un par de altos en el camino para capturar estos nuevos paisajes que nos encontramos, té incluido, fueron suficientes para saber que éste es un país lleno de contrastes en el sentido más amplio de la palabra.
Ait Ben Haddou
Al mediodía llegamos a Ait Ben Haddou, ciudad fortificada (Kasar) Patrimonio de la Humanidad desde el año 1987. Es famosa por las películas que allí se han rodado como "Lawrence de Arabia", "Jesús de Nazaret", "La Momia", "Gladiator" o "Alejandro Magno" entre otras. La ciudad es bordeada por un río de agua salada, raro no es, si sabemos que 40km al norte se encuentra una mina de sal.
Caminando por sus calles una amable y a la vez tímida mujer bereber nos invita a conocer el lugar donde vive. Anchas e irregulares paredes de adobe (barro, paja, agua y estiercol) son compartidas junto a sus ovejas, corderitos y gallinas. Las palmas de sus manos negras reflejan una vida "al compás" de henna. En próximas etapas de este viaje os contaré y documentaré más a fondo sobre esta planta que forma parte de la cultura marroquí.
Salimos de ésta ciudad que nos dejó boquiabiertos por donde nos indicaba la "señal" rumbo a Ouarzazate, capital de la región donde nos encontrábamos. Su "casco antiguo" vemos que es común a la ciudad de la que acabábamos de dejar. Allí se encuentran los estudios cinematográficos más importantes de Marruecos, los Atlas Studios. Grandes decorados se construyeron para dar vida a "Asterix y Cleopatra" o "La Guerra de las Galaxias" entre otras célebres películas.
Ouarzazate
Uno de los decorados de los Atlas Studios
Después de una charla con un joven fotógrafo del lugar, el cual se quedó maravillado con la Leica de mí amigo Rafa, continuamos nuestro viaje hacia el final de la etapa, el Valle del Dades, también conocido como el Valle de las Rosas al que llegamos al anochecer.
Bulmane Dades
A la mañana siguiente salimos de Bulmane Dades, ciudad en la que pasamos la noche rumbo al corazón del Valle donde la mujeres recolectan las rosas que luego los hombres se encargan de vender utilizando la balanza tradicional de toda la vida, eso nunca falla.
Después de un rico té y habiendo sido testigos del negocio de las rosas y reflexionando sobre el papel de la mujer en la sociedad marroquí continuamos nuestro camino hacia el corazón del Alto Atlas. A la salida del poblado un joven llama a sus amigos para decirles que los foráneos nos vamos...