Título original: Paisito
Director: Ana Díez
Guionista: Ricardo Fernández Blanco
Intérpretes: Nicolás Pauls
Emilio Gutiérrez Caba
María Botto
Viviana Saccone
Andrea Davidovics
Mauricio Dayub
Pablo Amoletti
Productor: Gerardo Herrero
Fotografía: Alfonso Parra
Música: Lucio Godoy
Montaje: Fernando Pardo
Nacionalidad: Uruguay
España
Argentina
Año: 2.008
Duración: 84 minutos
Edad: 7 años
Género: Drama
Distribuidora: Alta Classics S. L. Unipersonal
Estreno: 24-07-2.009
DVD Alquiler:
DVD Venta:
Página WEB: Ficha completa en IMDb
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Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 5,716 Espectadores: 57.782
Vizcaya: 5,780 Recaudación: 336.265,60 €
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Ratio de popularidad:
Sinopsis:
Montevideo, 1.973: tener doce años, ser distinto y estar enamorado una semana antes del más sangriento golpe militar del país más pequeño de Suramérica. Nada más pisar la tierra de sus padres, Xavi, el nuevo fichaje del Osasuna de Pamplona, se da de bruces con el pasado. A sus treinta y tantos acaba de poner por primera vez los pies fuera del Paisito y se reencuentra con Rosana, que entre el amor y el odio se ha pasado veinte años esperando que Xavi viniera a buscarla y le explicara sus recuerdos de aquel Uruguay de 1.973. Aquel Uruguay en el que su famosa democracia y sus millones de cabezas de ganado no podían ocultar el descontento del pueblo, la corrupción endémica de los políticos, los tupamaros, los milicos o el golpe de estado que ya se sabe que van a dar. En medio de todo aquello, el padre de Rosana y el de Xavi no querían otra cosa que proteger a sus hijos y vivir una vida consecuente con sus ideas... y ver fútbol, claro. Porque en el Paisito el fútbol lo es todo, incluso en tiempos de guerra.
Seis años después del documental “Galíndez (2.002)”, la navarra Ana Díez vuelve a cruzar el océano para rastrear el controvertido pasado político del continente latinoamericano. En esta ocasión, hace parada en Uruguay para contar un amor truncado por la represión. El guionista Ricardo Fernández Blanco se ha inspirado de su propia experiencia para contar la historia de dos novios de la infancia que se reencuentran, ya en España, para rememorar aquellos años convulsos.
Crítica:
27.07.2009 – JOSU EGUREN
Tiempo de silencio
“Paisito” es el nombre coloquial con el que los uruguayos conocen a su patria chica, una historia de amor interrumpida, un billete de retorno a las partes más oscuras de la memoria histórica ¿uruguaya?... No es extraño que Ana Díez, directora que ha rodado gran parte de su filmografía en la diáspora, haya remontado el inmenso cauce rioplatense para instalarse en las procelosas aguas de la rivera uruguaya, porque la suya es, sin duda, una relación de amor intensa con el pasado reciente de la Historia latinoamericana. La directora de “Ander eta Yul” siempre ha apuntado maneras, aunque muchos vimos cortada su progresión tras el decepcionante estreno de “Algunas chicas doblan las piernas cuando hablan”, y por eso es doble motivo de celebración que haya retomado el pulso con “Paisito”, una película que conjuga el verbo sentimental con reflexiones muy serias.
Dos amantes se reencuentran por casualidad en Pamplona. Ambos comparten recuerdos, besos y abrazos, y lagunas mentales voluntarias. Son los hijos de una generación perdida que vivió en primera línea el autogolpe de Bordaberry. Una temprana noche de pasión aplaza el recuerdo inminente, pero el dolor de las heridas sin cicatrizar es tan profundo que se ven obligados a exorcizar unos fantasmas que les perseguirán eternamente. Viajan hasta Montevideo en 'flashback', son los años 70, y ahora ella es la hija de un alto cargo policial que comparte juegos con el hijo de un republicano exiliado. Crece su amor, y en la sociedad crece el miedo. Es un tiempo de silencio. Los ingenuos rebeldes 'tupamaros' escenifican una coartada perfecta para que los militares tomen el control del Estado; los niños despiertan de su inocencia. Unos diálogos trabajados, cargados de doble sentido, a veces redundantes, y la antimaniquea y sobria dirección de Ana Díez (le sobra algo de corrección en su apuesta) hacen de “Paisito” una perfecta oportunidad para conocer un anteayer uruguayo que es el nuestro.