La presión internacional puede haber empezado a cambiar el destino de Asia Bibi, la cristiana paquistaní condenada a la horca por una supuesta blasfemia contra Mahoma. La buena noticia la el pasado 18 de noviembre el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, quien se ha sumado a la campaña para salvar la vida y conseguir la liberación de esta madre de cuatro hijos.
Tras una intensa movilización de personas e instituciones protestantes y católicas en todo el mundo, ha llegado una primera respuesta. «Tal vez la hemos salvado. No quiero ser demasiado optimista, pero hemos conseguido que el Gobierno de Pakistán se comprometa a reabrir el caso. Las autoridades han confirmado que probablemente había errores en la primera investigación».
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