Magazine

Palabras de chocolate

Publicado el 03 mayo 2019 por Angeles

Cuando hablamos de los placeres y beneficios de la lectura solemos mencionar una serie de ideas que, aunque sean por completo ciertas, a veces pueden resultar un poco tópicas. Se dice, por ejemplo, que los libros nos dan la posibilidad de vivir muchas vidas distintas; o que nos ayudan a entender mejor la condición humana. O también que son una forma de viajar, de conocer otros mundos y otras épocas, tanto reales como imaginarios. Alible.También decimos, claro está, que son una fuente de conocimiento, de transmisión y preservación de ideas, y de inspiración para la creación de nuevas obras. O que ensanchan nuestra mente, que nos hacen compañía, nos divierten, nos consuelan. O, siguiendo a Dostoievski, que fortalecen el corazón de las personas. 

Pero hay un beneficio más, uno que, me parece a mí, no se nombra con la misma frecuencia que los anteriores, quizá porque es muy evidente. Intérlope. Me refiero a que la lectura es una forma, quizá la mejor forma, de descubrir y aprender  palabrasComo ya dijimos en otra ocasión, cada palabra que añadimos a nuestro diccionario personal es como una llave que abre una puerta,y cada puerta nos deja ver un trocito más del panorama, ampliándose así cada vez más nuestra visión y comprensión de todo esto que llamamos mundo, vida, o realidad. Galicinio.
Porque, claro, las palabras lo nombran todo, dan identidad a lo tangible y a lo inmaterial, a lo ocurrido y a lo pensado, a lo sentido y a lo soñado. Y cuando podemos darle un nombre a las cosas, éstas se vuelven cercanas, asequibles, se ponen a nuestro alcance, a nuestra disposición. Onomatodoxia Por eso las palabras nos dan la capacidad no ya de expresarnos mejor sino de pensar mejor, porque a través de ellas podemos manejar y dar forma a algo tan inasible como las ideas, los conceptos y las imágenes
Y algunas, además, son tan curiosas, tan sonoras, tan espléndidas, independientemente de lo que signifiquen, que vale la pena conocerlas por sí mismas, por el mero gusto de saber que existen, y asimilarlas con el deleite de quien paladea un bombón.

Por eso a mí me encanta encontrar palabras nuevas cuando leo un libro. Me parecen un regalo añadido al propio placer de la lectura; una golosina léxica que aparece por sorpresa en la página, como un colorido huevo de Pascua en un jardín primaveral.


huevos de Pascua Easter eggs


También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :