Revista Opinión

Palabras del alma

Publicado el 11 mayo 2018 por Carlosgu82

A mis escasos 17 años y casi para culminar mi secundaria. Andaba en coqueteos con una linda morena. Llamada Nelly diosa tallada de ébano, dientes tan blancos como la nieve, cintura de avispa, y una sonrisa tan peculiar que terminaba encandilando a varios, incluidos los maestros.
Acordamos reunirnos previamente antes de la fiesta de promoción, pues esta sería la oportunidad para poder conquistarla, cual Romeo a su Julieta prepare mis mejores versos, poemas, y discurso encantador especialmente para ella.
Previa coordinación con algunos compañeros de mi “mancha”, los más cercanos. Claro cada cual con su conquista o mejor dicho futura pareja, decidimos tirarnos “la pera”, faltar a clases total ya finalizaba las clases enrumbamos a las playas del sur de Lima. Creo que fue “León dormido” y una vez en el bus empezamos cada cual a exponer cuidadosamente su mejor verbo florido.
Me esmeré en encantar con mis versos, poemas, robados secretamente a Bécquer, Cyrano de Bergerac, Zola, Neruda, Melgar, Neruda. Doy gracias a Dios que mi linda morena no era muy enterada en literatura. Porque si no me hubiera visto vergonzosamente descubierto. Inicio con el mejor repertorio que reza así:
“Besa el aura que gime blandamente las leves ondas que jugando riza; el sol besa a la nube en occidente y de púrpura y oro la matiza;…”
“Yo Juan Luis (Cyrano) por cobarde en el amor .Me pierdo en el camino del dolor .Me muero en estas ganas de tenerte, y yo Juan Luis… (Cyrano) en sufrimiento te amare .viviendo y ocultando mi querer muriendo sin sabértelo decir.”
Comprenderán en mí la forzosa necesidad de cambiar al autor, por supuesto apropiarme de estos versos para poder impresionarla. Y vaya que lo logré me miraba fijamente, impresionada no solo de mi versos floridos, si no creo que yo le encantaba en ese momento, le gustaba, tímidamente nos acercamos, tímidamente nos dimos un beso. Tímidamente nos dejamos llevar por las primeras muestras de amor. Tímidamente nos hicimos enamorados.
Al reaccionar por el grito de unos amigos ¡Llegamos! bajamos uno a uno. Mejor dicho cada cual con su pareja. Nelly y yo de la mano algunos nos miraban y empezaba la chacota, risas por aquí, besos volados por allá .nos dispusimos en hallar la mejor ubicación lejos un poco de las miradas de los amigos, pues deseaba disfrutar el momento con ella.
Una vez ya instalados y presto en mostrar mis mejores atributos, me pide con su voz angelical que le recite otro verso inspirada en ella, mi cabeza empieza a recordar el mejor de ellos escojo a Melgar y disparo el dardo de amor.
¿Por qué a verte volví Nelly (Silvia) querida? ¡Ay triste! ¿Para qué? ¡Para trocarse mi dolor en más triste despedida ¡
Quiere en mí mal mi suerte deleitarse, me presenta más dulce el bien que pierdo: ¡Ay! Bien que va tan pronto a disiparse…….

Rendida por tal inspiración en los versos, nos dimos un beso .loco yo por ella le indico para nadar en el mar tan azul como su bikini de ese momento. Titubeo un poco y me lanzo al mar. Braceo unos cuantos metros. Destilo mi mejor forma de nado, estilo mariposa, pecho, barrena. Mostrando mis dotes en nado sincronizado según yo.
Cansado ante tan demostrativo estilo, me dispongo a descansar sobre el mar al mejor estilo “muertito” dejándome llevar solo por el vaivén de las olas. Solo con la atenta mirada de mi musa. Tal tranquilidad me relaja y pienso en tanta felicidad del momento, en el término de la escuela, en el futuro ingreso a la universidad, cierro mis ojos y solo pienso en ella, en sus ojos, sus labios, y el primer beso.
Veo el futuro con ella, quizá de novios, pidiendo su mano, casarnos. ¡Casarnos! Tal visión me sobresalta, me asusta tan jóvenes nosotros, y sobre todo un futuro tan incierto. Presto a volver a la orilla giro bruscamente y de repente mi espalda suelta un sonido algo extraño… ¡Crack! Me asusta pero decido regresar a la orilla a los brazos de mi amada, que con sus besos y mimos me cobije y así he de recuperarme pronto.
Diviso a cierta distancia unas figuras que han de llamar mi atención, es un grupo de compañeras y algunos otros chicos, que no reconozco. Hay uno que de manera especial llama mi atención, es uno de aporte atlético, bronceado perfecto y tabla de surf apoyándose en su bien contorneado brazo, está conversando amenamente con mi diosa de ébano, mi tan querida Nelly.
Adolorido, cansado y con mucho esfuerzo logro llegar a la orilla, puedo en el camino a ella recoger un caracol, para que pueda escuchar el sonido del mar. Sutilmente me acerco le alcanzo el caracol, sonríe y nos presenta al resto del grupo, Juan Luis te presento a tal, tal y tal…él es Luis Eduardo casi tu tocayo me incorporo disimulando el terrible dolor, le doy la mano, y puedo percibir la fuerza esculpida en todo su cuerpo trabajado.
Mi morena me indica que el tal Luis Eduardo nos invita a su casa de playa donde habrá parrillada, y uno que otro trago para brindar y así conocernos mejor él también es de Lima. Antes que pueda esgrimir alguna respuesta, ellas ya habían decidido ¡iremos! Pensaba yo y ahora mi dolor bien disimulado por supuesto.
Ya coordinado y a regañadientes acepto .más por orgullo que ganas .en plena reunión y con algunos tragos encima me olvido de tan dolorosa situación además sumada a la alegría de los compañeros y de la gente nueva ,el bullicio de la música bailes van bailes vienen y ¡zas! Mi linda Nelly presa de tan furiosa melodía que sonaba en aquel momento me lleva a la pista y yo presto a mostrar mis dotes de bailarín le sigo. Al compás de una melodía tan irritante y con sus movimientos muy bien coordinados pues yo no quería quedarme atrás, suena ¡Todos, para abajo! ¡Todos, para arriba! ¡Bien agarraditos, manito con manitos! ¡Dando un golpecito! ¡Un, dos, tres!
En ese mismo instante que ella baja bailando y yo queriendo imitarla ¡Zas! Otra vez dolor. Disimulando el no poder ponerme de pie solo en “cunclillas” me quedo ahí .solo se me acerca un tipo algo más tomado que yo y creyéndome maestro saltarín, se posa a mi lado creyendo que mi estado sea un paso de baile nuevo e innovador. Busco con la mirada a Nelly ella ni enterada seguía bailando y disfrutando de la reunión y de sus nuevos amigos.
Jaime mi buen amigo me divisa y viene a mi rescate, le narro lo sucedido en el mar y solo sanciona compadrito creo que tienes ¡Lumbalgia! Pero eso le da solo a los viejitos reprocho yo. No amigo, un mal movimiento y ¡Zas! Giro mi cabeza busco con la mirada y se acopla Nelly me siento aliviado .Luis Eduardo nos ofrece una habitación para descansar momentáneamente, me inyecta una sustancia en mis posaderas, vaya resulto que era bombero paramédico.
En realidad pensé que podría volver al ruedo, a bailar intento una vez más reincorporarme simplemente no puedo. Nelly me pide que por favor me acueste a descansar obedezco. Entre sus mimos y engreimientos logro disipar un instante el dolor. Pido por favor que me alcance de su bolso una pequeña libreta que secretamente siempre guardaba.
Guio con sus bellas y delicadas manos, hacia una página en especial donde se encontraba dibujado su nombre entre flores y aves, diseñadas por mí. Te recitaré un verso inspirado en ti. Solo para ti le recalco .ella con su sonrisa acepta y comienzo:
“Si una palabra te cambio el día, eso dice que un beso te podrá cambiar la vida”
Dispongo a lanzar unos versos más, recurro a mi pequeña biblioteca disimulada por cierto, ahí voy otra vez:
Subes centelleante de labios y ojeras! Por tus venas subo, como un can herido…
Juan Luis me entrecorta perdona, hago que no la escucho, prosigo
Que busca el refugio de blandas aceras… ¡Juan Luis ¡ vuelve a interrumpirme. ¿Sabes? creo que debes volver a casa. Me quedo callado un momento, pienso ella ira conmigo. Volverá a Lima conmigo. ¡Si ella me ama! Acabo de llamar a tu casa sentencia, me congelo. Tus padres están en camino ya deben estar cerca .prepararé tus cosas.
Trato de explicar y que me explique ¿volverás a Lima conmigo? ¡No ¡me quedaré aquí en la fiesta además que peligro podría existir están los demás compañeros ellos sabrán cuidarme y acompañarme a casa salto pero el dolor me detiene, casi exaltado a punto de estallar .le hago notar que sin ella mi mundo se acaba ,que las estrellas no brillaran ni serán igual sin ella. Que el mal que me aqueja. Será insoportable. Además ¿quién me inspirara los versos más hermosos?
Simplemente me mira y suena ¡Toc!,¡toc! Llaman a la puerta .son tus padres distingo la voz melodiosa de mi mamá .antes de que abras esa puerta dime que iras conmigo a Lima. ¡Juan Luis, ya te he dicho que me quedo! Me cuidaran los chicos, regresaré con ellos a casa. Y en cuanto a tus versos son muy bonitos pero Luis Eduardo los recita ¡Mejor! Tal respuesta me traspasa.
Solo oigo la orden de mi padre, que debemos partir rumbo a Lima, mientras veo en el umbral la figura de ébano y del monigote ese Luis Eduardo. Que al sonar otra vez esa canción causante de mi dolor.
Se dirigen a la pista de baile y vuelvo a escuchar ¡Todos, para abajo! ¡Todos, para arriba! ¡Bien agarraditos, manito con manitos! ¡Dando un golpecito! ¡Un, dos, tres! mi noble y delicada espalda responde. Creo que esta vez tus versos no funcionan.


Volver a la Portada de Logo Paperblog