Revista Coaching

Palabras ofensivas

Por Napoleón Napoleón Yaluc @masterconsulcom

Las palabras ofensivas existen en todas las culturas y muchas de ellas se vuelven populares en algunos ambientes. Aunque  esto no justifica su uso, porque los efectos de una palabra mal empleada ocasionan bastante daño emocional para quien las escucha.

¿Qué son las palabras ofensivas?

palabras ofensivas

Palabras Ofensivas

Son las palabras que tienen un significado grosero, despectivo, denigrante y peyorativo cuyo fin es atacar a una persona, grupo o demostrar malestar ante ciertos eventos.

Las palabras ofensivas son destructivas y por eso hay que evitarlas:

Hay que evitar el uso de las palabras ofensivas porque son destructivas y quien las escuchan directa o indirectamente lo más seguro es que quiera responder en los mismos términos y experimenten algún dolor emocional.

Las palabras ofensivas destruyen en vez de edificar y no propician cambios positivos. Por ejemplo en el caso de un empleado que comete un grave error un jefe con mala educación usará expresiones como las siguientes: “con tu ineptitud no vamos a ningún lado”, “acaso naciste sin cerebro”, “nunca he visto una decisión tan estúpida”, “realmente eres un idiota”, etc. Si el empleado recibe directa o indirectamente estos comentarios ¿cómo se sentirá? Su moral estará por los sueños, experimentará rabia y deseos de venganza, ese mal episodio quizás le cueste quitarlo de su mente, etc. Al final lo único que se ocasionó con las palabras ofensivas fue destrucción, porque no se solucionó el problema y hubo una gran afectación del clima organizacional.

Las palabras ofensivas pueden sustituirse por una crítica constructiva e invitación al cambio:

Algunos sucesos pueden generar gran malestar, quien posee dominio de sí mismo, sabe mantener la mente fría y encontrar la solución más adecuada, ante un error grave, puede abordar el problema de la siguiente manera:

  • Carlos yo sé que usted tiene una excelente capacidad ¿qué pasó en esta estrategia?
  • ¿Qué argumentos posee para justificar su actitud?
  • Sentémonos a revisar detalladamente las causas de este problema y trabajemos en la solución ¿qué puedes decir al respecto?
  • Dado este problema ¿qué planteas como solución?
  • Etc.

Quien practica un buen liderazgo está mentalmente preparado para enfrentar grandes dificultades y no se sentará con la cabeza baja a caer en un mar de lamentos, sino que se moverá muy rápido para superar el problema y no permitir que un evento negativo afecte la unidad y energía de un equipo de trabajo.

Para las personas con resonancia secundaria es difícil superar las palabras ofensivas:

En los tipos de carácter, existen personas que poseen una resonancia primaria, eso significa que están más enfocadas en el presente y pueden superar con cierta facilidad los malos recuerdos del pasado, otra gente es más lenta en ese proceso y tienen una resonancia secundaria, en estos casos se están teniendo una serie de recuerdos negativos que no salen de su mente y que afectan su desempeño actual.

Quienes usan palabras ofensivas demuestran un desequilibrio interno y emocional:

Dentro de los valores humanos está el respeto a los demás, aunque otros cometan fallas, la persona con gran fortaleza interna no se rebaja a la inmadurez que otros demuestran en ciertas circunstancias. Mientras que aquellos que usan palabras ofensivas es común que tengan una serie de conflictos internos y desequilibrios emocionales.

¿Cómo evitar las palabras ofensivas?

Hay un principio esencial que menciona Steve Alpizar en el libro adoptando CREENCIAS POSITIVAS “es imposible ofender a otro”, ¿por qué? Porque el mundo es un estado interno particular, lo que cada persona observa es parte de sí misma, aunque los sentidos nos digan que esa idea es completamente ridícula. Una vez que se comprende las técnicas para construir creencias positivas, se sabe que cualquier propósito es posible porque cada persona trabaja en su propia casa, es decir; el trabajo sobre sí mismo se impone al ambiente, esto es notorio cuando se hace un gran trabajo por aprender a creer en las cosas positivas de la vida. En síntesis este libro demuestra que ofender a los demás es hacerlo consigo mismo y aunque hay ideas que no se comparte, al final todo es un juego.

Hay que emplear como norma de vida el uso de palabras positivas SIEMPRE, es un hábito que se puede adquirir y cuando se consolida se nota que cada día hay muchas más circunstancias donde se tenga la necesidad e inspiración para hablar con amor.


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