Pilas de libros pendientes y yo voy y priorizo la lectura de “Palabras radiantes”. ¿Por qué? Pues porque no podía más con la intriga y la expectación que Brandon Sanderson me había metido en el cuerpo tras la lectura de “El camino de los reyes”. Soy débil y no me pude resistir, pero no me arrepiento en absoluto.
“Palabras radiantes” es la segunda parte de “El archivo de las tormentas” una obra titánica del gran Brandon Sanderson quien creo que en realidad es un dios, aunque no quiere que se sepa. Y es que cuesta comprender que la mente de una persona sea capaz de crear un universo como el Cosmere tan perfectamente detallado y estructurado y además dotarlo de vida con unas tramas hiladas sin fisuras y personajes que, encima, son más humanos que muchos que pueblan otros libros que no son de fantasía. Si en “El camino de los reyes” me había quedado pegada al libro, en su continuación ya ni te cuento, porque todo mejora considerablemente. Seguimos con tres personajes clave: Shallan, quien en medio de un viaje que la llevará a las Llanuras Quebradas para seguir investigando junto a su maestra Jasnah Kholin el supuesto regreso de los llamados Portadores de vacío, sufrirá un percance que complicará bastante su camino. Kaladin, que ahora tiene el encargo de trabajar junto con su equipo del Puente Cuatro como guardaespaldas de la casa Kholin (algo nada fácil cuando no terminas de confiar en la clase de los ojos claros) al mismo tiempo que intenta controlar y ampliar sus recién adquiridos poderes. Por su parte, Dalinar continúa con sus visiones y se desvive por encontrar apoyos y reunir las suficientes espadas esquirladas que les ayuden a afrontar los peligros, tanto internos como externos, a los que se enfrentan su familia y su pueblo. Ahora bien, si en el primer libro el protagonista absoluto parecía ser Kaladin, ahora el foco se centra más en Shallan, de quien el lector irá conociendo un turbio y muy desagradable pasado que la propia joven intenta ocultarse o modificar constantemente.
Por primera vez, el camino de estos tres personajes se entrecruza en este libro continuamente y juntos deberán trabajar para descubrir cómo impedir que algo terrible vuelva a resurgir para acabar con todo nuevamente. También aparecen otros personajes y algunos que ya vimos en “El camino de los reyes” cobran más relevancia, como Navani o Adolin y todos acaban teniendo un papel primordial en el desarrollo de los acontecimientos. “Palabras radiantes” ofrece más aventuras exóticas, tiene más dosis de acción, dedica más páginas a intrigas y traiciones políticas y profundiza todavía más en la psicología de los personajes, quienes muestran cargas emocionales y traumas que traban continuamente sus vidas (ejem, ejem, Kaladin…) El universo mágico y fascinante de Sanderson que se convierte en algo lógico y natural para el lector, con sus propias leyes e idiosincrasia, vuelve a estar comprendido en esta segunda novela plagada de increíbles fenómenos como las tormentas, los spren (seres de los que ahora sabremos más), los fabriales, las espadas y armaduras esquirladas y una larga lista de cosas que sólo conocerás cuando leas su obra.
Con un final que quita el hipo y que es revelador hasta la última página, “Palabras radiantes” introduce más intrigas y misterios que tendrán que esperar a que pueda leerme “Juramentada” y creo que, esta vez, puede que tarde un poquito más. Eso sí, seguiré informando. A no ser que lleguen antes los Portadores de vacío…