No son pocos los lectores que, al enfrentarse a la obra de Teresa de Jesús, se sienten abrumados por la dificultad de su estilo, por una sintaxis compleja y un vocabulario poco familiar. Cinco siglos nos separan de esta maestra de la palabra. Cinco siglos en los que la lengua, como elemento vivo, ha ido evolucionando, cambiando el sentido de los términos, desechando vocablos que antes eran corrientes en el habla y ahora no sabemos qué significan, aunque es cierto que existen excelentes ediciones anotadas que pueden allanar esas dificultades. Hoy queremos acercarnos a algunas de las palabras que nos resultan curiosas por su infrecuencia, oscuridad o rareza. Valiéndonos de las Concordancias teresianas, hemos elegido doce términos diseminados por sus cartas, donde circula la vida diaria, con su riqueza y complejidad.