Se tiende a poner palabras, allí donde faltan las ideas. Johann Wolfgang Goethe
Tengo el chanchito lleno con ese asunto de querer modificar la lengua para hacerla más democrática acomodándola a gusto y piacere según un.. razonamiento? de políticos obtusos y su obsecuente séquito de comunicadores (sotomósforos) que siguen la corriente y dicen como la Señora PresidenTe "Todos y todas" Todos, no necesita explicación. Todos somos precisamente eso "Todos" Ud. señora, Ud. señor, Ud. "señorito" y los niños y ancianos también. Cualquier alumno de primaria sabe que el género lo da el artículo, por lo tanto cuando decimos la PresidenTe, sabemos que quien ostenta dicho cargo es...........una Señora, una mujer, una dama etc. etc. Aplaudo entonces la crítica de la RAE ante el avance de esta absurda "moda" que manifiesta su oposición total a esta deformación del idioma, que incluso está alcanzando a niveles intelectuales superiores al común denominador. Una prueba: leía ayer que una reputada filóloga española manifestaba que decir “una Asociación de Sordos” es un tanto discriminatorio, pues es más “abarcativo” decir “una Asociación de personas sordas” Sobre el tema vale rescatar este artículo, escrito por una profesora de un instituto público que explica de manera simple que hacer esa diferenciación ( todos y todas) en cualquier contexto lingüístico, convierte a la palabra, en palabreja. “CONTRA LA TONTUNA LINGÜÍSTICA, UN POCO DE GRAMÁTICA SIMPLE.” He tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que privilegiaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil" ) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña". Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba "El Libro gordo de Petete", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en Petete , no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos. En Primaria estudiábamos Lengua, Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Música, Historia, Geometría, Caligrafía y Educación Física. En 6º de Primaria, si en un examen tenías faltas de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, eras candidato a repetir el grado. En Bachiller, estudié Historia Mundial, Química, Literatura y Mecanografía. Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda... Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a respetar y amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. En castellano existen los Participios Activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad o ejerce la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte". Así, al que preside, se le llama "presidente", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción, pero nunca "presidenta". De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”. Y ahora, la pregunta: ¿Nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores). Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se han asociado en defensa del género y que han firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío y, sobre todo, ¡el machisto! Si este tema “No te da igual” difundilo. Por allí, le llega a la principal defensora de la “ Igual-da”. Porque no es lo mismo ejercer un “ cargo público” que ser “una carga pública”