El Palacio Badi (Palais El Badii) fue construido a finales del siglo XVI para conmemorar la derrota de los portugueses en Wed al Makhazín (la Batalla de los Tres Reyes). Este lugar se utilizaba para festivales y las audiencias oficiales del sultán.
El nombre Badii significa “incomparable” y en su época fue uno de los edificios más espléndidos de África.
El impresionante conjunto palaciego constaba de 360 habitaciones dispuestas en grandes pabellones en torno a un patio central donde se instaló un estanque con una hermosa fuente.
A finales del siglo XVII el palacio fue destruido cuando el sultán Moulay Ismail decidió trasladar la capital de Marrakech a Meknes. Entonces gran parte de sus riquezas se llevaron a Meknes para reutilizarlas en otros palacios. Actualmente se encuentra totalmente en ruinas y destaca la gran explanada, poblada de naranjos, y los muros desgastados por el tiempo coronados de nidos de cigüeñas. En 1953 se llevó a cabo una campaña de excavaciones que sacó a la luz numerosas estructuras. Merece la pena subir a la terraza para disfrutar de unas excelentes vistas de Marrakech.