En el siglo XVI, la calle del Coso era la más bella y espaciosa de la ciudad, escenario de procesiones, cortejos reales y lugar de residencia de la alta nobleza zaragozana, por lo que fue elegida por Don Artal de Alagón, tercer conde de Sástago y virrey de Aragón, para levantar en ella su suntuosa vivienda. La estructura del edificio es similar al resto de los edificios de la época. La fachada conserva elementos propios de su construcción, modificados en sus muchas reformas posteriores. El patio interior es uno de los más elegantes y armoniosos de los conservados en Zaragoza.
En la actualidad la Diputación Provincial de Zaragoza emplea este espacio como sala de exposiciones artísticas. Y cualquiera de ellas es una buena excusa para verlo.
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