El Palacio de Topkapi es la mejor muestra del esplendor Otomano durante cuatro siglos. Ahora es patrimonio de la Humanidad y el punto de interés más visitado de la ciudad de Estambul. Comenzó a construirse en 1432 por el sultán Mehmed y después ampliado por Soliman el Magnifico. Son 700.000 metros cuadrados divididos en cuatro patios con múltiples edificios en su interior. Entre sus murallas está el Museo Arqueológico.
Su distribución aconseja hacer la visita a primera hora de la mañana y comenzar por el Tesoro imperial y el Harén, que era el lugar donde residía el Sultán con su familia y un conjunto de bellas y valiosas mujeres adiestradas en muchas habilidades. Estos recintos son los lugares donde más turistas se concentran. Después podrás hacer un merecido descanso viendo como un sultán las mejores vistas al Mar de Mármara, el Cuerno de Oro y la parte asiática de la ciudad de Estambul.
Siempre tuvimos en mente visitar el Palacio de Topkapi, que al igual que el Museo de Santa Sofía o la preciosa Mezquita Azul, son visitas obligadas en la ciudad de Estambul. En un principio pensamos visitarlo por nuestra cuenta, pero finalmente decidimos hacerlo de la mano del guía de nuestra agencia Bidtravel que como ya os comenté nos facilitó una noche más con todas las excursiones y la comida del día y no nos arrepentimos, de hecho, si me permitís un consejo contratar un guía para esta visita tan especial.
El acceso al recinto se hace por la "Puerta de Augusto", que está junto a la "Fuente del Sultán Ahmet III, considerada la más bella de Estambul, de estilo rococó turco. Es cuadrada y en cada uno de sus muros hay inscripciones caligráficas preciosas. Desde aquí comienza la visita al Palacio Topkapi. Nada más entrar a la derecha hay unos mapas y maquetas que reproducen a escala el inmenso lugar que vas a visitar y su historia.
Estamos en el "Primer patio" del Palacio de Topkapi, que contiene los edificios administrativos y era espacio para las ceremonias y los desfiles de guerra. Aquí está la "Iglesia de Santa Irene", la primera construida en Estambul por orden de Constantino y dedicada a la Paz Divina. Se trata de la segunda iglesia bizantina más grande de Estambul, por detrás del Museo de Santa Sofía, aunque ésta nunca fue mezquita. Junto a la iglesia está "La Casa de la Moneda".
Al "Segundo patio" se accede por la Puerta de los Saludos donde estaban los guardias y
verdugos. La puerta cuya fotografía puedes ver al inicio de este artículo con dos torres octogonales construidas a ambos lados, que recuerdan a los castillos europeos fue construida por orden de Mehmet II el Conquistador y da lugar a la plaza del Diván (Divan Meydani) porque alberga el Diván y la Torre de la Justicia, donde los asuntos de Estado se discutían cuatro veces por semana.
Por esta puerta sólo el sultán podía entrar montado a caballo, el resto de los mortales a pie incluidos los monarcas extranjeros. En la parte superior de la puerta se puede contemplar la firma imperial (tugra) de Solimán el Magnífico, y la inscripción caligráfica del precepto de la ley islámica: “No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta”.
Junto a las salas del diván se halla el "Edificio del Tesoro Público", donde se guardaba el dinero de los impuestos. Hoy en este edificio está la colección de armas y armaduras y otros interesantes objetos personales de los sultanes. En este patio estaban también los "Establos imperiales" donde descansaban los mejores caballos de uso personal del sultán y sus pajes favoritos.
Según caminamos en el lado derecho del patio se encuentran unas inmensas cocinas donde se cocinaba y alimentaba a diario hasta cinco mil personas, desde el sultán al último de los esclavos. Ahora se pueden ver un buen número de colecciones de porcelana, plata o cristal de diferentes países y utensilios cotidianos de los sultanes y su harén. Algunas de las piezas cambiaban de color si en ellas se vertían alimentos envenenados.
Al fondo está la "Puerta de la Felicidad" (Bab-i-Saadet) que da paso al tercer patio donde estaban las dependencias privadas del sultán donde recibía a sus súbditos para escuchar sus quejas y plegarias. El edificio "Sala de Audiencias" es toda una reliquia y uno de los que más me gustó. Era donde el sultán hacía entrega del estandarte sagrado a los comandantes que partían a la guerra y donde recibía en visita privada a los embajadores de otros países sentado en un trono de oro y esmeraldas.
Como curiosidad, dicen que para mantener la privacidad de las conversaciones de este lugar, se abrían las fuentes de dentro y fuera de la estancia para que el ruido del agua impidiera escuchar las deliberaciones. Los que atendían al sultán en este espacio eran todos sordos para evitar filtraciones de información. Detrás de este edificio está la Biblioteca de Ahmet III. Aquí los jóvenes eran educados para ser funcionarios de la corte y se casaban normalmente con mujeres graduadas en el harén.
En el "cuarto patio" estaban los edificios de uso personal para el sultán. Destaca el Quiosco de Revan (Revan Kösku), la Sala de las Circuncisiones (Sünnet Odasi) y el balcón de Ibrahim el Loco, donde hay un bonito estanque y una estupenda vista del Bósforo. Este balcón también es conocido por el nombre de Iftariye (Iftariye Köskü) y es fácilmente reconocible por su dosel dorado. Las vistas son espectaculares
El "Quiosco de Mustafá Pashá", el "Quiosco de Bagdad" de forma octogonal rodeada de 22 columnas y una bella cúpula da con sus balcones al Cuerno de Oro y al Bósforo y el "Quiosco de Abdül Mecit" son los edificios más llamativos de este espacio. Junto a este último está la zona de hostelería donde puedes hacer un descanso y tomar un buen café o té al sol mientras ves pasar los barcos por el Mar de Mármara o comer cuando sea la hora.
Quizá el Palacio de Topkapi sea la visita más completa de los "10 días en Turquía". El entorno y los edificios majestuosos no te van a dejar indiferente. La opulencia de su decoración dejan clara la época de esplendor otomano. Para remate, es posible que pises uno de los lugares donde el amor, al igual que en el Taj Mahal dieron lugar a una de las más grandes historias de amor, cuando la esclava Roxelana enamoró a Suleyman, rompiendo todas las normas de la época.
Espero que te haya gustado el Palacio de Topkapi. Deja aquí tus comentarios y después... Sigue visitando ESTAMBUL
Equipo de Fotografía: Cámara: Nikon D850 Objetivo: Nikon 24-70mm f/2.8E ED VR