Revista Viajes

Palawan: el río subterráneo

Por Eazkoitia
PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Abandonamos Manila después de lograr el triplete ganando en Berlín la quinta Champions y fuimos hasta la isla de Palawan, al suroeste de Filipinas. La capital de Palawan es Puerto Princesa, un bonito nombre para una ciudad fea, sucia y ruidosa, como Manila pero más pequeña.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
A pesar de tener ciudades feas como Picio, los filipinos tienen un sentido del humor muy fino (fino filipino) y lo demuestran constantemente con hilarantes carteles distribuidos por las calles. PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
La mayoría tienen un trasfondo religioso, pero también los hay políticos, sociales y alguno que otro inclasificable. Iremos poniendo fotos de estos carteles por las actualizaciones a modo de pequeñas sorpresas, para que nadie se aburra.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
En Puerto Princesa confirmamos una de las sospechas que nos había ido rondando la cabeza desde nuestra llegada a Manila: estábamos en un país en vías de desarrollo (siendo generosos) con coste de vida y precios del primer mundo (aquí no hacen precio para locales y precio para turistas).PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Caminamos desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad (se tardan 20 minutos, no os penséis que hicimos una caminata El Prat-Barcelona con las mochilas a la espalda) y buscamos alojamiento, en una guesthouse como siempre cuando vamos de mochileros. PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Lo más asequible que encontramos fue una habitación-horno (esto es literal, tenían el único ventanuco tapiado con una plancha de acero) oscura y húmeda con un cubo a modo de ducha y un váter por 700 pesos, lo que son unos 15 euros. Este tipo de alojamiento es normal en el sudeste asiático, pero no a este precio. A partir de aquí ya sabíamos a qué bestia nos enfrentábamos en Filipinas.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
La principal actividad por la cual es famosa Puerto Princesa es el río subterráneo, una de las nuevas 7maravillas del mundo natural que no está ni siquiera cerca de la ciudad. Para llegar hasta allí se puede contratar un tour donde te llevan en furgoneta con aire acondicionado, te dan de comer y te pasan a buscar y te devuelven a tu alojamiento en Puerto Princesa, o te lo puedes organizar tú a tu aire. Nosotros optamos por la opción Juan Palomo, mucho más entretenida y barata.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Cogimos un triciclo hasta el edificio gubernamental donde hacen los permisos para acceder al parque natural. Una vez hecho esto cogimos un jeepney hasta la estación de autobuses, que para que os hagáis una idea parece un campamento gitano. Una vez allí fuimos asaltados por una marea de conductores de furgonetas con aire acondicionado que te ofrecen el viaje al río subterráneo. Sorprendentemente sólo preguntan una vez, no son pesados. En la estación nos indicaron el autobús que llevaba a Sabang, el pueblo del que salen las bangkas hacia el río subterráneo. El autobús parecía una furgoneta rastafari gigante, estaba lleno hasta los topes (techo incluido) y en lugar de asientos tenía bancos de iglesia dentro. Una vez se llenó de gente nos pusimos en camino. Teníamos por delante 80 km. PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Tardamos algo más de seis horas en recorrerlos. El autobús paró cada cinco minutos para descargar bidones de gasolina o agua, gallinas, sacos de arroz, gente… La verdad es que fue muy entretenido ver el trajín de los maleteros y porteadores; espectaculares todos, incluso bajo la lluvia torrencial que nos pilló a medio camino (uno de los maleteros viajaba en el techo con los bultos). En las paradas “de descanso” se acercaban vendedores ambulantes a las ventanas del bus y ofrecían huevos hervidos (de codorniz o de gallina) con un poquito de sal, helados de color lila servidos en pan o en cucuruchos de galleta, bebidas energéticas, toallas para el sudor y demás. Todos muy pacientes y educados, sin insistir demasiado (no preguntaban dos veces) y siempre sonriendo.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Al final, con el culo cuadrado, logramos llegar a Sabang. Allí nos alojamos en Blue Bamboo Cottages, donde la dueña nos cuidó fenomenal. Nos dio mangos recogidos de los bosques colindantes (mejores mangos del mundo, de hecho Palawan es conocida como la isla de los mangos), papayas, arroz a mansalva… debió vernos delgados.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
Al día siguiente a nuestra aventura autobusera fuimos a hacer la excursión al río subterráneo. Al ir por libre tuvimos que ir a pagar la tasa ambiental (una tomadura de pelo porque con ella no hacen nada) y a mendigar amigos para conseguir llenar una bangka. Nosotros queríamos ir caminando por el bosque pero para hacer eso hace falta contratar un guía y la entrada cuesta tres veces más que el barco. No tiene ningún sentido pero es así.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
La visita a las cuevas la tienen muy bien montada. Paseas en barca con un guía explicándote un poco la historia geológica de la cueva y diciéndote los nombres con los que han bautizado a las formaciones rocosas (el huevo frito, el caballo, María y José. Lo típico). La cueva está, además, llena de murciélagos que pasaban volando a centímetros de nuestras cabezas. Puede ser patrimonio de la UNESCO y tal, pero es como las Coves del Drach de Mallorca.PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
PALAWAN: EL RÍO SUBTERRÁNEO
De Sabang nos fuimos, también a nuestro aire, hacia El Nido, pero esto llegará con la próxima actualización. Enrique & Marina

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