También en Camasobres le dictaron a Antonio el tema musical de este pasodoble. La canción original tiene la siguiente letra:
Aunque soy de la Pernía,
no soy del pueblo de Lores,
que soy de la bizarría
del pueblo de Camasobres.
O, también, esta otra, desdeñosa:
Me llamaste colorada
porque estoy descolorida.
Colorada es la manzana
y por dentro está podrida.
Tiene razón la moza, hay mucho colorete, en el carrillo y en la mente.
Es frecuente que en los cantares populares se recojan las rivalidades entre pueblos próximos; ganas de pecar de "pico", porque, a la hora de la verdad yo sé que los de Lores se casan en Camasobres y las de Redondo en Polentinos, a pesar de la copla:
De Redondo me las dan,
de Redondo no las quiero,
las quiero de Polentinos
aunque no tengan dinero.
La proximidad, precisamente la proximidad, tiene mucho que ver en este forcejeo. No hay problema entre la Pernía y el Cerrato con tanta tierra de por medio.
Pero no sé de donde sacaría don Antonio ese título. Palencia ¿Cañí? Cabe pensar que fuera un homenaje personal a los gaditanos asentados en la Puebla, como el Galo, o el Quilino, o a los transéuntes innominados que acampaban en Puentecillas o en las Huertas del Obispo, o a los censados como Manolo y la Juana que con sus incontables churumbeles -serie que empezó con la Palmira, hecha de barro, cocida al sol- montaron guardia al hambre, al calor y al frío en una cueva de la trinchera que recorrían el burro y las vagonetas que vaciaban el Cristo.
Imagen: José Luis Estalayo
Felipe Calvo, humanista palentino.
Obra Social y Cultural de la CAMPP