Palencia en tres días: Una ruta por el románico y la mejor gastronomía castellana

Palencia es una provincia en ocasiones menospreciadas de la comunidad autónoma de Castilla y León. Esta provincia, famosa por su arte románico, su rica gastronomía y sus encantadores pueblos, ofrece una experiencia tranquila que combina un viaje plagado de historia y cultura, con una deliciosa oferta culinaria. Palencia cuentan con una enorme selección de impresionantes iglesias románicas, así como de pequeños pueblos con restaurantes tradicionales en los que destaca la comida casera. De esta manera, Palencia se ha convertido en un lugar perfecto para los amantes del turismo rural de interior y para los fanáticos del turismo gastronómico.

En este artículo, veremos varios de los pueblos más importantes que visitar en la provincia de Palencia en 3 días, con lugares tan llamativos como Frómista, Aguilar de Campoo o Cervera de Pisuerga. Todos estos pueblos cuentan con diferentes restaurantes en los que degustar la rica gastronomía tradicional de esta provincia castellana. Plataformas como Dónde Comer Sano son perfectas para encontrar restaurantes sostenibles durante el viaje, y, poder disfrutar al máximo de los platos típicos palentinos.

Día 1: Frómista y el románico en la ruta Jacobea

El primer día de este viaje por Palencia debe comenzar en Frómista, uno de los pueblos más emblemáticos de Palencia por su legado histórico y su arquitectura románica. El principal atractivo es la iglesia de San Martín de Tours, una joya del románico que data del siglo XI y que ha sido restaurada para preservar su estructura original. Esta iglesia, con su fachada sencilla pero imponente y sus capiteles tallados, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica en Europa.

La localidad de Frómista también es un importante punto en el Camino de Santiago, por lo que su ambiente siempre está lleno de peregrinos que hacen una parada para descansar y disfrutar de la comida local. Para culminar la visita a Frómista, nada mejor que una comida en uno de los restaurantes de la localidad donde el lechazo asado es el plato estrella, acompañado por vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Día 2: Historia y tradición en Aguilar de Campoo

El segundo día, la opción de visitar Aguilar de Campoo es más que interesante, siendo un pueblo cargado de historia y conocido por su increíble patrimonio románico y su entorno medieval. La visita debe empezar en el monasterio de Santa María la Real, una de las obras cumbres del arte románico de la provincia. Este monasterio, hoy convertido en un centro cultural, alberga el centro de estudios del Románico, lo que lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la historia.

Tras el recorrido cultural, es hora de deleitarse con la gastronomía de Aguilar, famosa por sus dulces tradicionales y su cocina montañesa. En este lugar, por su proximidad con Cantabria, el cocido montañés es una de las especialidades, ideal para reponer fuerzas después de un largo paseo por el pueblo y sus alrededores. Además, Aguilar de Campoo ofrece la posibilidad de explorar el castillo medieval que domina el paisaje desde lo alto, ofreciendo vistas espectaculares de la comarca. Para los aventureros, el embalse de Aguilar es perfecto para actividades al aire libre como el senderismo o paseos en bicicleta, y, también se puede visitar la ermita de Santa Cecilia en la pequeña localidad de Vallespinoso de Aguilar, uno de los tesoros ocultos más fascinantes de Palencia.

Día 3: Naturaleza y encanto en Cervera de Pisuerga

El tercer día de este itinerario nos lleva a Cervera de Pisuerga, un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Este pueblo, situado en la montaña palentina, es la puerta de entrada al Parque Natural de Fuentes Carrionas, donde se pueden realizar multitud de rutas para explorar los paisajes montañosos y disfrutar de la fauna local. El pueblo en sí también cuenta con importantes ejemplos de arte románico, como la iglesia de San Miguel, que bien merece una visita.

En cuanto a la gastronomía, Cervera es conocida por sus platos de caza, así como por sus productos locales como los quesos y embutidos. Los restaurantes sanos de la zona ofrecen una cocina casera basada en productos de temporada, lo que garantiza una experiencia culinaria auténtica. Además, Cervera cuenta con una rica tradición repostera, siendo los socorritos uno de los postres más populares.

Gastronomía palentina: Lechazo, vinos y dulces tradicionales

Tal y como hemos comentado en el itinerario, ningún viaje a Palencia estaría completo sin disfrutar de su gastronomía, famosa por su sencillez y sabor auténtico. El lechazo asado es, sin duda, el plato más emblemático de la zona, asado lentamente en horno de leña. Este cordero lechal es una delicia que se sirve en casi todos los restaurantes tradicionales de la provincia, acompañado a la perfección con vinos de la Ribera del Duero, una de las denominaciones de origen más reconocidas de España.

Pero la oferta gastronómica de Palencia no se limita al lechazo, ya que, otros platos típicos como los guisos y las carnes de caza forman parte del repertorio culinario de la región. Los postres también juegan un papel importante, con dulces tradicionales como los socorritos de Cervera o las galletas de Aguilar, que endulzan cualquier comida.

Más pueblos para explorar en Palencia

Si en alguno de los días se tiene tiempo, Palencia tiene muchos otros pueblos que valen la pena visitar. Entre ellos, destacan Ampudia, con su imponente castillo medieval, y Saldaña, famoso por sus restos romanos y su iglesia de San Pedro. Carrión de los Condes es otro de los lugares que no se debe dejar de visitar, especialmente si se está siguiendo el recorrido del Camino de Santiago, destacando por su monasterio de San Zoilo y su iglesia de Santiago.

Estos pueblos, cada uno con su propio estilo, son una excelente manera de sumergirse aún más en la cultura y tradición románica de Palencia, donde el arte, la historia y la gastronomía se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable.

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