- Asdruga, Asclepíades, Astromunión, Agliperto, Apolionesta, Austrigisila, Aspasia, Acursio...
- Brisdencia, Bedasta...
- Crótates, Cundiano, Cuasimundo...
- Disifón y Dagoberto...
- Escupiliscinia, Expensipo, Eligio, Epafrodita, Eustragesildo, Evodio, Eleupidio...
- Marretes, Milburges, Macronio...,
¿Has visto alguna vez nombres tan largos?
Malabandoaurinoandiquinostres...
Tesauricocrisonicocrisides...
¿Y poco respetuosos?
Y no faltan nombres que parecen poco respetuosos, pero a los que no podemos silenciar porque están en el Santoral (o al menos estaban) y pertenecen o han pertenecido a palentinos; nos referimos, por ejemplo, a los nombres de Cojoncio y Cagancio.
Un ayuntamiento en pleno
En el pueblo de Lantadilla, -no podemos precisar la época-, el ayuntamiento estaba integrado por el alcalde y concejales que llevaban estos nombres: Atanasio, Laudelino, Graciliano, Olideo, Orosio, Tirso, Firmino y Barcaan.
Sabemos de una familia, integrada por el matrimonio y una hija cuyos nombres eran: el padre, Enemasio; la madre, Prepedigna, y la hija, Alocia.
HEMEROTECA CURIOSÓN | Enero de 2010. +de 6.087 lecturas