Revista Cultura y Ocio
No lo digo yo, sino el maestro Santiago Delgado, novelista, cuentista, profesor, académico, investigador y una de las voces críticas más autorizadas de nuestra tierra: “Es un poemario lírico de primera clase”. Cierto. Palimpsesto azul es un reciente libro en el que la profesora universitaria Charo Guarino nos ha dejado una sencilla colección de poemas hermosos, en los que se nos habla de amor y desamor, de renuncia, de melancolía, de tristeza, de rabia y también de esperanza. Y todo ello salpicado por abundantes referencias cultas a personajes históricos (Julio César), poetas (Catulo), dioses (Cronos, Afrodita, Morfeo, Selene), ciudades míticas (Troya) y tópicos milenarios (carpe diem). Con versos breves, rítmicos, agilísimos, la escritora nos va comunicando su particular mundo de sentimientos y vivencias, del que podemos entresacar tres o cuatro ejemplos ilustrativos, que sirvan a los lectores como orientación acerca de lo que encontramos en este volumen editado por Raspabook: “Simbiosis” es un poema dulce, alígero, en el que se dirige a la persona amada para manifestarle su deseo de que ambos se fundan indisolublemente en uno, como prueba de amor y horizonte anhelado; “La salida está dentro” es un poema sorprendentemente fluido y coloquial, en el que se alcanzan hermosas imágenes, surgidas de la naturalidad del discurso. Es un buen ejemplo de cómo se pueden conseguir resultados líricos con palabras de enorme sencillez; “Cita en el parque” nos habla de un amor que deja su testimonio en la corteza de un árbol, y que allí alcanza su epidérmica eternidad; “La malquerida” tiene como gran protagonista a una mujer que, engañada en el pasado y dolida aún por la sal que se vertió en su herida, castiga ahora a todos los hombres que la rodean con su actitud de mujer fatal, que los encandila y maneja a su antojo, huérfana de sentimientos...Pero es que cuando Charo Guarino se decanta por formas estróficas más duras y estrictas, como el soneto, nos entrega maravillas como “C’est fini”, donde advertimos la temperatura de un amor ya clausurado y que sólo ha dejado rescoldos amargos en el ánimo de la autora.
Si nos parece hermoso leer que los amantes auténticos son aquellos seres que se encuentran “abrazados en confusión proteica” o que la presencia imborrable del amado se manifiesta en “el timbre de tu voz inconfundible / incendiando mis venas”, entonces no tengamos dudas: hay que acercarse hasta las páginas de este Palimpsesto azul y disfrutar con sus versos durante la Navidad.