Paloma: símbolo de paz.
El pintor español Pablo Picasso hizo famosa la paloma como símbolo de paz, cuando uno de sus dibujos fue seleccionado para el cartel del Congreso Mundial de Partisanos por la Paz que había de celebrarse en París en abril de 1949. Dicen que su segunda hija nació el día inicial del Congreso por la Paz y el pintor decidió ponerle Paloma. A lo largo de su vida Picasso pintó diferentes palomas como símbolo de la Paz.
Curiosamente, el símbolo para la Campaña de Desarme Nuclear que diseñó el artista británico Gerald Holtom en 1958, y que hoy también es mundialmente reconocido como emblema universal de la paz, también se inspira en esta idea, ya que representa las patas de una paloma dentro de un círculo.
Símbolo de la paz y de la fidelidad conyugal, estas aves constituyen una pasión para cientos de personas. Los colombófilos dedicados a la cría de las mensajeras están reconocidos internacionalmente como la élite de los criadores.
Ellos mantienen un intercambio constante acerca de las enfermedades que las atacan y las previenen y son persistentes en la higiene de sus jaulas. En Guáimaro son muchos los asociados y todos cuentan con licencia sanitaria.
Fiel, dócil y generosa, la paloma por su labor mensajera, ha prestado un gran servicio de comunicación entre los hombres, en desastres naturales, procesos electorales y en la defensa, entre otros. Viven en casas y solo vuelan en entrenamiento. Su velocidad oscila entre 1000 y 1400 metros por minuto.
Observar a un bando de palomas en pleno vuelo, como si danzaran, es un espectáculo cautivador que siempre seduce a sus criadores y a todos los que pueden deleitarse con ese magnífico evento.
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