Revista Humor

Palomas carroñeras

Por Pilarm

Parece que no, pero las palomas son más peligrosas de lo que creemos. No está demostrado científicamente pero os lo demuestro yo, que para el caso tengo la misma credibilidad que muchos estudios que realizan.
Estábamos mi Querido y yo el otro día en El Retiro comiendo algo, y en esto que se acerca el gorrión más descarado de todos los gorriones que os podais encontrar. Así como quien no quiere la cosa a ver si pilla algo de comida, y pilló.
Después de un rato de vernos rodeados por gorriones, algo que no es por nada, pero si fueran otros animalitos daría miedo, resulta que a mi Querido se le cayó al suelo un buen trozo de comida, así que ya que no se lo podía comer él, lo lanzó algo más lejos de donde estábamos nosotros y así se lo comieran los gorrioncillos, que tienen pinta de adorables.
Pero a los gorriones les acechan las temibles palomas. Así que en cuanto vieron comida, poco a poco fueron llegando cada vez más y se apoderaron de la comida. La mayoría de los gorriones desistieron, excepto el avispado que vino a nosotro al principio.
Las palomas, como son unas egoístas, comían en círculo, cerrando a los gorriones y hasta a ellas mismas. Se daban cabezazos e intentaban picar... todo esto entre palomas y cuando el gorrión intentaba pillar cacho, a por él que iban.
Era una escena digna de un documental de Félix Rodríguez de la Fuente, que seguramente habría comenzado: las palomas carroñeras acechan a su víctima, inmóvil y esperan el mejor momento para atacar, sin dejar que nadie más se acerque a su pieza.
Nunca me han gustado las palomas, pero desde ese día, menos. Con esos ojillos haciéndose las disimuladas, paseando como si no ocurriera nada o tumbadas con complejo de pato en el césped -era para verlas, parecían patos, se acurrucan igual-, esperando el momento oportuno para robarse la comida.
Tened cuidado si os siguen, si las tenéis cerca y sobre todo, si os rodean.


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