El otro día leí un proverbio árabe, una de esas frases que salen en cada página de las agendas, que decía: “libros, caminos y días, dan al hombre sabiduría”. Me gustó porque es cortita y al pie, como se dice en el fútbol, concisa y precisa, sin ambigüedades ni dobles sentidos, se comprende inmediatamente y, además, se está de acuerdo con ella, creo yo. Al menos yo lo estuve. Aunque después de pensar un poco ya no sé si estoy tan de acuerdo.
Porque mi vida ha estado plagada de libros y de caminos, pero no siento que sea más sabio a medida que va pasando el tiempo. En muchas cosas era más sabio aquel chaval de 22 años que empezó su viaje, que este hombretón de 40 que está a punto de terminarlo. Me parece que el tiempo no me ha hecho ser más sabio. Como mucho me ha hecho saber más cosas, pero no es lo mismo, claro que no. Siento que he perdido frescura, instinto, auto confianza, seguridad en mí mismo, personalidad, desparpajo, iniciativa, velocidad, reflejos, ganas de aprender, sed de vida… y eso se traduce que que me cuesta más tomar decisiones, relacionarme con la gente, aceptar retos, tomar riesgos, ser autosuficiente e independiente, etc. etc.
¿Qué he ganado a cambio? Creo que nada. El paso del tiempo lo único que ha hecho ha sido mermar mis capacidades físicas y mentales, nada más. No me ha otorgado nada bueno a cambio. Tal vez un poco de estabilidad emocional, pero nada del otro mundo. No me siento mejor en ningún aspecto que hace 20 años. Lo único, que ahora estoy con mi chica las 24 horas del día y eso me gusta pero, al mismo tiempo, echo de menos la soledad que disfrutaba en los viajes, así que en este sentido estamos empatados.
Y encima el paso del tiempo y la edad me han traído la enfermedad, razón de más para desear profundamente haberme quedado siempre siempre en aquellos maravillosos 23-27 años. Ahí sí que estaba bien. En ese tiempo hasta el futuro me sonreía y era mi cómplice. En cambio ahora ni el pasado ni el futuro, no puedo echar la vista a ningún lado porque en ambos me mareo, en uno porque no volverá y en otro porque si llega llegará teñido de gris y negro.
Alta tensión, eso es lo que ha habido, para bien y para mal. Tal vez por eso escogí esas imágenes para el día de hoy, por la alta tensión que noto en mí mismo cuando me doy cuenta de que el paso del tiempo no ha sido nada benévolo conmigo. Naturalmente que no solo he sido feliz en ese periodo de 4 años, es solo un ejemplo para decir que lo de antes era mejor y que el paso de la vida no me ha dado experiencia, sabiduría y una vejez digna y amable.
A mí, la vida, lo que me ha dado ha sido palos y más palos. Sin más.