Normalmente los panes de molde normales no aguantan cuando les pones algún relleno consistente, y esta receta que traigo hoy sí que aguanta lo que le echen. Es un pan muy sencillo y rápido de hacer que da muy buenos resultados para sandwiches y tostadas.
Las cantidades que he usado dan para dos panes de molde hechos en moldes rectangulares de 23 cm.
Ingredientes (para 2 panes de molde):
Para el prefermento (preparar la noche anterior):
- 300 gr. de Harina de trigo normal
- 180 gr. de Agua
- 3 gr. de Levadura fresca (o 1 de levadura seca)
- 525 gr. de Harina de trigo normal
- 265 gr. de Agua templada
- 20 gr. de Levadura fresca (o 7 gr. de levadura seca)
- 13 gr. de Sal
Tenemos que poner en marcha la maquinaria la noche anterior a la elaboración preparando y dejando en reposo durante toda la noche el prefermento. Para ello, mezclamos y amasamos los ingredientes en un bol, donde lo amasaremos hasta tenerlo todo bien mezclado, lo tapamos con film y al frigorífico durante la noche.
El día siguiente, en un bol grande, troceamos con las manos el prefermento y añadimos la harina y la levadura, desmenuzando ésta última con las manos junto a la harina. Ahora ponemos el agua y mezclamos con las manos en el bol.
Pasamos la masa a la mesa y hacemos un amasado duro durante unos 10 minutos. Si tienes una amasadora, eso que te ahorras.
Ahora le toca reposar, dejándola tapada con el bol en la misma mesa durante 10 minutos, tras los cuales, desgasaremos amasándola de nuevo durante 1 minuto.
Ahora llega el momento de dividir en dos partes de 600 gr. cada una, y las boleamos y damos forma alargada para darles tensión. Metemos cada una en su molde, las tapamos y dejamos reposar durante 1 hora.
Precalentamos el horno a 220º, calor arriba y abajo. Cuando llegue a la temperatura, metemos el pan durante 25-30 minutos, hasta que veamos que se ha dorado.
Sacamos y dejamos enfriar, y listo, ya podéis darle caña con cualquier sandwich!