Los estadios Santiago Bernabéu de Madrid y en el Camp Nou de Barcelona sumarán 175.000 espectadores los próximos días 14 y 17 en la Supercopa de España, de los que el 20 por ciento, 34.000, serán desempleados: el público del fútbol tiene un perfil muy parecido al de la sociedad.
Indalecio M.R. es un metalúrgico en paro desde hace casi dos años. Sólo consigue algún trabajo eventual, nada para facilitarle la vida a su mujer, desempleada también, y a sus hijos, dos niños pequeños.
Pero Indalecio ha sacado dinero de alguna chapuza y del poco subsidio de desempleo que recibe para comprar las entradas de ambos partidos.
Su mujer no lo ha desanimado. La vida es así, y le preparará fiambreras con comida, que compartirá con otros parados en autobuses que han fletado.
Es madridista, y cree que Messi es mejor que Cristiano. Pagaría “sin dudarlo” 200 millones de euros para tenerlo en el Madrid. "Yo pondría lo que pudiera", afirma.
En los periódicos aparece una carta firmada por Ángel Roldán Medina, de Almería, en la que protesta el despilfarro del fútbol:
“Se cierran centros de salud en Cataluña por falta de dinero; los indignados intentan evitar desahucios de aquellos que no llegan a fin de mes... Entre tanto, con la que está cayendo, el Barça, el mejor equipo del mundo, se gasta 26+11, es decir, 37 millones de euros en un señor que da patadas a un balón”.
Recuerda también los casi 100 que se gastó el Madrid en Cristiano y otros casos de multimillonarias compras de jugadores en una sociedad que se empobrece aceleradamente.
Pan y fútbol, “Panem et circenses”, como decía Juvenal en su Sátira X: los 34.000 Indalecios de los estadios, y quizás gran parte de los cinco millones de desempleados, le pagan con gusto todo lo que pueden a los ricos gladiadores para verlos trabajar. Aunque ellos no coman.
Lo del fútbol es un escándalo, pero lo de los pobres aficionados pobres, y sobre todo lo de sus más pobres familias...
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SALAS. Recuperando algunas tiras, véase algo del fútbol y del empleo, el paro y los parados. Y la imagen de una agencia de calificación financiera.