Revista Economía

Panda de inutiles

Publicado el 02 septiembre 2013 por Torrens

Hay decisiones de la Administración Pública que en ocasiones merecerían que los que las tomaron fuesen juzgados y condenados públicamente en medio de la plaza del pueblo. 

En Barcelona hay dos vías importantes que en la mayor parte de su trazado van más o menos paralelas, Vía Augusta y Gran de Gracia. Vía Augusta es de dos direcciones, con un paseo tipo bulevar entre ambos sentidos, con mucha oficina y algunas tiendas y Gran de Gracia es una calle muy comercial, con aceras bastante anchas y tres carriles de sentido único dirección montaña, uno para estacionamiento, carga y descarga, otro para tráfico normal y un tercer carril bus. El tráfico en Gran de Gracia con mucha frecuencia está entre ligeramente y muy congestionado, mientras en Vía Augusta son raros los embotellamientos breves. Para acceder al inicio de Vía Augusta se sube por Paseo de Gracia, en Diagonal se tuerce a la izquierda y circulando por el carril lateral de la avenida se llega a Vía Augusta en unos 100 metros a la derecha. También puede accederse doblando a la derecha justo al entrar en el carril lateral de la Diagonal y a través de una calle estrecha, Riera de Sant Miquel, que circula también paralela y entre las dos vías importantes se llega a Vía Augusta. Para acceder al inicio de Gran de Gracia solo se tiene que continuar al llegar al final de Paseo de Gracia. Una vez ya en Gran de Gracia y superada la Diagonal, a unos 60 metros hay una calle de nombre ilustre, Séneca, que girando a la izquierda permite acceder a Riera de Sant Miquel y a Vía Augusta para evitar Gran de Gracia si está congestionada, porque a bastante menos de un kilómetro y a través de una calle corta llamada Rambla del Prat se puede acceder de nuevo a Gran de Gracia. ¿Pura lógica, verdad?, a través de Séneca y Rambla del Prat se puede evitar la primera mitad de Gran de Gracia que es la más congestionada. ¡¡¡¡Pues NO!!!!, a algún lumbreras del cada vez menos Excelentísimo Ayuntamiento de Barcelona se le ha ocurrido la gran idea de cambiar el sentido de la calle Séneca de manera que el que ahora se encuentre ya en Gran de Gracia con la calle muy congestionada su única alternativa será cagarse en el señor Alcalde. Me imagino que para el señor importante que ha tomado tal decisión tiene toda la lógica que en el tramo más congestionado de Gran de Gracia las dos calles, Riera de Sant Miquel y Séneca, que permitirían descargar tráfico, ambas alimenten ahora la vía más congestionada con tráfico procedente de la menos congestionada.

En realidad de lo que estoy seguro es que la razón de tal burrada debe estar relacionada con el interés particular y personal de algún concejal, porque nuestros gestores públicos se preocupan menos de la eficiencia del país que de rascarse cuando algo les pica mientras  duermen. Puede que haya alguna razón que tenga un mínimo de sentido para gastar aunque no sea mucho dinero en hacer una gansada, pero como uno de los hábitos de nuestros gestores públicos es informar a los ciudadanos tarde, mal o nunca, solo informaron del cambio de sentido, sin dar más explicación, cuatro días antes de perpetrarlo, seguramente para que no nos enterásemos ni los que vivimos en la zona. Tenemos una Administración Pública gestionada por jefes que no saben hacer la O con un canuto y parece que no vamos a sacárnosla nunca de encima porque ni tan solo cuando la Unión Europea y Frau Merkel han presionado ligeramente y ha quedado claro que precisa una reforma al nivel de derribarlo todo y volverlo a construir nos hemos librado de ella.

En alguna de las notas anteriores he cantado las excelencias de vivir en el barrio de Gracia, y mantengo todo lo dicho. Vivir en Gracia es muy agradable y tiene bastantes ventajas, y no por casualidad casi todos sus pocos inconvenientes tienen que ver con la desastrosa gestión municipal que permite que en algunos lugares del barrio sea imposible dormir por la noche en fin de semana, y que si de buena mañana y después de un fiestorro se tiene que atravesar una de las plazas “juerguistas” del barrio no quede más remedio que hacerlo con la nariz tapada si se quiere evitar el mareo. A esto no le llaman mala gestión sino permisividad.

Y no digamos el tráfico. Llevo unos 15 años viviendo en Gracia y en este tiempo, aparte cambios menores, he padecido 3 modificaciones importantes del esquema de dirección de las calles y rutas de circulación, en algunos casos incluyendo la barbaridad de recuperar para el tráfico rodado calles que llevaban años siendo solo peatonales, con el riesgo de accidente que supone, hasta que los peatones se habitúan al nuevo esquema. He llegado a pensar que en el Ayuntamiento hay un departamento que aunque no figure en el organigrama tiene por objeto hacerle la puñeta al ciudadano, y en el asunto concreto del tráfico en Gracia siguen de cerca los movimientos de los vecinos hasta llegar a la conclusión que ya se han habituado al nuevo esquema de circulación, se esperan algunos años más para que los hábitos adquiridos se refuercen y consoliden y entonces ¡¡Zas!! lo vuelven a cambiar casi todo, solo “pur juder” como dicen en Galicia.

Da igual si el partido dominante en el Ayuntamiento o en cualquier otra institución, es socialista, del PP, convergente o el Alcalde es del Milwaukee Democratic Party, el resultado es siempre el mismo.


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