Pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2020

AAAAAAAH
¡VAMOS A MORIR!

La Pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2020 es un brote histérico provocado por un chino que se comió un pangolin, murciélago o un gato crudo y sin lavarse las manos. Eso si no se lo folló, que los chinos son muy raros. Cabe la posibilidad de que aquel murciélago fuese Batman y que todo empazase por follarse pilinguis chinas.
La OMS la declaró pandemia porque hacía tiempo que no lanzaba un mensaje exageradamente apocalíptico como lo de la Gripe A, síndrome de las vacas locas y lo de las carnes rojas y el aceite de palma y que íbamos todos a morir de cáncer.
Eso a pesar de tener una tasa de mortalidad muy inferior a la gripe común y que se cura igual. Lo que seguramente demuestra es que estamos rodeados de desilustrados y que los políticos, cuando les sacas del lenguaje inclusivo, el progerrojerío y de trincar pasta, los pobres se pierden.
Historia
Toda esta historia histérica empezó en China. Los chinos, como buenos comunistas, quieren tener contralado a sus esclavos la población y bien sana, ya que consideran que son de su propiedad, no por otra cosa.
Por ello, se toman muy en serio cualquier enfermedad que les afecte, no vaya a ser que enfermen y no puedan trabajar las 24 horas.
Igual si hubieran controlado que no hubiese personas comiendo animales crudos no hubiese sido necesario paralizar el país.
A pesar de esa histeria, solo morían personas mayores y con patologías, pero claro, al ver a los chinos nerviosos se contagió el nerviosismo al resto del mundo. Sobretodo por el sensacionalismo de los periodistas, que sin atentados y guerras estaban muy aburridos. Eso y que la gente ya andaba hasta los cataplines de Barbijaputas y Gretas Thunders.
 El siguiente en caer fue Corea del sur. De Corea del norte no se sabe, ya que su aislamiento lo ha salvado. También puede que si hubo algún contagiado los fusilasen. Eso seguro mata el virus.
El siguiente pais fue Irán. Los datos reales no se saben a ciencia cierta, ya que se confunden entre la censura, que Alá no deja que su pueblo muera y que las estadísticas incluyen a algún que otro ejecutado por marica o dibujar a Mahoma.
Entonces llegó a Europa y ahí ya unos señores se pusieron serios y fruncieron el ceño. Una cosa es que murieran chinos cudeiros que además estaban repetidos y otra gente europea de bien. Eso sí, al principio no le hicieron mucho caso, ya que no les venia bien.
Tuvo que ser un franchute el que lo trajera. En vez de traerse un souvenir se trajo una enfermedad mortal.
Se extendió a Alemania, Italia y España. La mayoría de muertos mayores de 65 y con patologías.
Realmente lo grave de la situación es su alto contagio y no su mortalidad. No se testan todos los casos, solo los más serios. Aun así la tasa es del 3%. En los países que si se han hecho los test demuestra que realmente la tasa es de 0,8 o 0,2% incluso menos sin patologías, tanto previas como desconocidas. Una tasa de mortalidad ridícula tratándose de una cepa de la gripe.
El problema es que tenemos de representantes en nuestros gobiernos a subnormales que no han sabido explicarlo, ya que no son muy de números y mucho de trincar. También que alguien se crea lo que diga la OMS hoy en día, tiene delito.
Y seguramente nos los merecemos. Solo hay que recordar a esa gente con bolsas en la cabeza o comprando carros de flanes como si no hubiera un mañana o los que compraron papel higiénico hasta que se jubilen.
Seguramente con la economía parada, acabe matando más el hambre que el puto cuento chino éste. Sin olvidar el heteropatriarcado, claro.