
Género: Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos - Alemania.
Duración: 108 minutos.
Dirección: Christian Alvart.
Intérpretes: Ben Foster, Dennis Quaid, Antje Traue, Cam Gigandet, Cung Le.
"Dos miembros de la tripulación de una nave espacial se despiertan en sus cámaras de hibernación sin recordar nada de lo que ha sucedido, quienes son, cuál era su misión o por qué. Conforme se adentren en las zonas más profundas de la nave, descubrirán que no están solos y desvelarán el terrible misterio que rodea la desaparición del resto de la tripulación y de los pasajeros. Pronto se darán cuenta de que mantenerse con vida es mucho más importante de lo que puedan imaginarse: es el único modo de evitar la extinción de la raza humana."

La trama comienza con unos títulos de presentación que indican la gravedad por la que la Tierra siempre pasa: la sobrepoblación creciente y la exploración de otros planetas afines a la calidad de vida que lleva la Humanidad. El Cabo Bower (tremendo Ben Foster) es el primero en despertar del hipersueño, seguido del Teniente Payton (un más que correcto y digno Dennis Quaid); ambos se están recuperando de los efectos colaterales del estasis espacial, y por eso no recuerdan mayormente lo que ha sucedido: es un camino que recorrerán junto a la platea.

Como productor general, Paul W.S. Anderson no se pudo contener y le puso también su firma al filme, dotándolo de un serio ambiente que remite a una aventura espacial salida de los videojuegos (deambular del punto A al punto B esquivando a los enemigos C) que puede resultar en motivo válido para fanáticos gamers o puede aburrir un poco a los usuales espectadores en busca de una buena historia. La heroína en este caso (hermosa y pasable Antje Traue) tiene muchos trazos de aquella otra gran heroína del cine de acción llamada Alice, y no es coincidencia.


Calificación: B+.