Hacía días que no hacía pan o panecillos y ya tenía ganas de probar la harina de espelta en una receta, estos panecillos son tan tiernos y deliciosos que os resultarán irresistibles en cuanto salgan del horno.
Esta receta la he hecho modificando sólo ligeramente otra que ya os hice hace tiempo de panecillos de leche esponjosos y que siempre sale bien. Resulta un pan muy tierno, de corteza suave y miga compacta, pero tierna y ligera.
Estos panecillos son geniales para desayunos y meriendas, para haceros una hamburguesa o incluso recién hechos, para acompañar un guiso. (Eso nos pasó en casa la mañana que los hice, que teníamos para comer un guiso de cerdo con alcachofas y no pudimos dejar de acompañarlo con el pan calentito).
Como ya os he dicho otras veces, hacer este tipo de pan es muy sencillo, pero no tan inmediato como un bizcocho, por lo que hay que planificar un poquito más el trabajo, porque es muy importante respetar los tiempos de levado y reposo de la masa y eso tarda un poquito. :) Pero merece la pena, creedme, cuando estos panecillos salen del horno, todo el mundo irá a la cocina a por uno. ¡Feliz viernes!
Panecillos super tiernos de espelta y semillas
Ingredientes:
– 400 g de harina de fuerza
– 150 g de harina integral de espelta
– 250 ml de buttermilk (250 ml de leche tibia + zumo de medio limón)
– 25 g de levadura fresca de panadero
– 60 g de mantequilla punto pomada
– 40 g de azúcar
– 1 cucharadita de cardamomo en polvo
– 10 g de sal
– 2 huevos L
– 1 cucharada de pipas de girasol
– 1 cucharada de pipas de calabaza
– 1 cucharada de sésamo
Elaboración:
– Empezar haciendo el buttermilk casero si no habéis encontrado en vuestro supermercado habitual. Para ello mezclar 250 ml de leche tibia con el zumo de medio limón y dejar reposar 5-10 min. Veréis pasado el tiempo que la leche se medio corta, es normal, cuando esté así, estará listo.
– En el bol de la amasadora echar el buttermilk, la levadura fresca desmenuzada, el azúcar, dos huevos ligeramente batidos, las harinas, la sal, el cardamomo en polvo (mucho más ricos si se lo ponéis), las pipas y el sésamo y la mantequilla a trocitos y blandita a temperatura ambiente.
– Amasar todos los ingredientes a baja velocidad 6 minutos y después 3 minutos más a velocidad algo más rápida.
– La masa ya estará lista, aunque será algo pringosa de manipular.
– Untad otro bol limpio con un poco de aceite y echar la masa formando una bola (yo lo hago con una espátula mismo, sin pringarme). Tapar la masa con un paño ligeramente húmedo y dejarla reposar durante un par de horas o hasta que doble el volumen en un sitio cálido y sin corrientes. También podeis dejarla levar en la nevera toda la noche cubierta con un papel film.
– Cuando haya subido la masa, la sacáis del bol, la desinfláis y la dividís en 9 porciones (100 – 115 g cada una) y formáis bollitos redondos o alargados, como más os gusten. Podeis hacerlos más pequeños dividiendo la masa en 14-16 porciones (60-70 g cada una)
– Los colocáis en una bandeja de horno con un papel y los dejáis reposar de nuevo 1 hora o así, o hasta que doblen en volumen, tapados con un paño.
– Cuando veáis que ya les falta poco para alcanzar el tamaño, poner a precalentar el horno a 200ºC.
– Bajar la temperatura del horno a 180ºC y hornear durante 13-15 minutos.
– Una vez hechos sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Receta y fotos: delikatissen