REC ha conseguido producir los primeros módulos fotovoltaicos con un periodo de amortización de un año y además con una mínima huella de carbono. Los resultados han sido comprobados por el Centro de Investigación de la Energía de Holanda (ECN), un centro independiente y reconocido a escala global.
El estudio (basado en la norma ISO 14040) es una evaluación del completo impacto medioambiental de un módulo solar desde la extracción de las materias primas, pasando por la fabricación, hasta el reciclaje del módulo. Nos encontramos con los primeros módulos cristalinos con un mejor tiempo de retorno de la energía (Energy Payback Time) de tan sólo un año. Este periodo se refiere al tiempo que le supone a un módulo generar la misma cantidad de energía necesaria para su fabricación (incluyendo el balance de todos sus componentes, BOS). Este estudio se basa en lugares con unos 1.700 Kwh/m² de sol al año, típico del Sur de Europa y Norte de Estados Unidos.
El estudio revela también que la huella de carbono es de tan solo entre 18 y 22 g/kWh CO2 dependiendo de la cadena de fabricación mientras que un sistema FV convencional tiene una huella de casi 35 g/kWh.
Interesante, ¿verdad?
Fuente e imágenes: REC