Revista Cultura y Ocio
Hola, papel en blanco. Últimamente, cada vez que te miro siento pánico. No me das miedo, sino respeto, pero las inabarcables posibilidades que me brindas me hacen dudar a la hora de teclear.
Hubo un tiempo en la que esto era diferente. No hace tanto, solo un mes atrás. Las cosas han cambiado y todavía estoy tratando de encontrarme, pero sé que tu amistad es una de las cosas que nunca me va a abandonar, te cuidaré. Has sido medicina, terapia y tratamiento de todo lo que me ha pasado. Me has venido a buscar cuando lo necesitaba, independientemente de que fuesen las tres de la madrugada o las cinco de la tarde. Siempre has aparecido, me has mirado y me has dicho que estabas aquí, esperando para ayudarme.
Por eso sé que esto es solo momentáneo, que dentro de poco tiempo volveré a tocar estas teclas y sonarán como el mejor instrumento del mundo. Pero para que no se me olvide cómo acariciarte, lo más importante es que no deje nunca de intentarlo, que cada día me siente aquí, te mire, e intente que las huellas de mis dedos vuelvan a soñar despiertas.
@CarBel1994