Ellos tratan de avisar a las autoridades y de averiguar que está pasando con el dichoso camión, claro, pero la chica desaparece en un área de servicio, y el chico, convencido de que ha sido secuestrada por el camionero psicópata, emprende una persecución del camión que le lleva a vivir un sinfín de penurias hasta el final de la película. Entre policías que no quieren hacerle caso, coches a los que se les agota la gasolina, gente que está metida en los secuestros del camionero hasta el cuello, etc... La noche se convierte al final en la más larga de su vida.
Me encantan este tipo de películas de persecuciones salvajes porque al final acaban metiéndote en ellas. Sientes tanta angustia y desazón que acabas preguntándote si las han hecho con la idea de que sean un poco interactivas, ya que llega un punto en el que te dan ganas de ponerte las zapatillas de deporte y ropa cómoda para correr con el fin de que no te pillen. Yo me estoy planteando hacer un visionado de películas de este tipo con un aparato que me mida las pulsaciones enganchado al brazo para medir la capacidad que estas películas tienen para llevarte al límite del ataque cardíaco. En realidad da lo mismo el argumento, porque todas las películas de este tipo al final son iguales. En todas hay alguien joven y guapo que anda por la carretera tan tranquilo hasta que alguien le empieza a tocar las pelot..., en todas es todo el tiempo de noche, en todas hay cabañas o cobertizos siniestros o sótanos oscuros, en todas hay algún psicópata que corre mucho y que tiene muchas armas y herramientas para acojon... al personal, en todas hay alguna chica guapa pero tonta que no entiende el significado de la orden "corre" y en todas se lleva al espectador hasta el borde del desquicie mental. Cuando puse la película, pensé que iba a ser un tostón, en serio, pensé que era la típica de chico y chica que discuten en la carretera, de esas en las que ella se compra media área de servicio con la tarjeta de él, pero me equivoqué de pleno. Conforme iban avanzando las penurias del chico, empecé a animarle a gritos para que no desfalleciera ( venga, tú puedes!!!) y me indigné profundamente con cada una de las faenas que iban haciéndole ( Déjale, cabr...!!!). Fue como entrar a un simulador de feria o como estar en las primeras gradas de un partido de fútbol. Cuando acabó la película había sudado tanto, que tuve que darme una ducha y decirme a mi misma que todo era irreal, que la historia era una historia de ficción y que nadie había muerto ni sufrido lo que yo había visto desde el sofá. Yo pienso que las verdaderas películas en tres dimensiones son éstas, las que hacen que estés dentro de ellas, aunque no quiero pensar lo que habría pasado si hubiera tenido unas gafas para verla en tres dimensiones como esas que reparten en algunos cines y en las que pagas un plus por ver la película que te duele en el alma. Supongo que de haber sido así habría acabado en urgencias con algún shock traumático o con la ropa rasgada de tanto correr y pelearme con todos los que me quieren matar. La película en cuestión no es nada especial, la verdad, y hay miles como ella, pero solo por la angustia que se vive viéndola merece la pena. Es una película de supervivencia pura y dura, de esas que arreglan los problemas para ir al baño, porque al final de ella no hay nadie que sea capaz de no ir al baño para descargar la adrenalina que ha soltado en su visionado. Yo la recomiendo a todo aquel que guste de sensaciones fuertes y a todo el que quiera olvidarse de sus problemas por un rato o que quiera ver sufrir a otros para sentirse mejor. A todos los que decidáis verla, que la disfrutéis. Yo me voy a ver unas cuantas más del mismo género para medir mi capacidad cardíaca...
Madre mía, llevo hora y media así...