Konstantin Grcic, uno de los diseñadores más importantes de nuestra época, es objeto a partir del 22 de marzo y hasta el 14 de septiembre de 2014 de la exposición individual más amplia hasta ahora de su obra, que acoge el Vitra Design Museum de Weil am Rhein.
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Foto: Markus Jans
El diseñador alemán es autor de objetos que relacionan la estética industrial con elementos experimentales y artísticos, caracterizados por ser serios y funcionales, voluminosos y en parte desconcertantes. Algunos de los diseños de Grcic, como la Chair One, la lámpara Mayday o la butaca Waver para Vitra, ya forman parte de los clásicos del diseño.
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Chair one
Lámpara Mayday
Butaca Waver
Con la exposición Panorama, Grcic también entra en un mundo nuevo -nunca antes se ha confrontado tan ampliamente y de una manera tan fundamental con el diseño y con su visión. La exposición se basa en amplias investigaciones sobre cambios, tecnologías del futuro e innovaciones del diseño actual.
Foto: James Harris
Konstantin Grcic (nacido en 1965) estuvo influenciado al principio por los diseños simples y minimalistas de Jasper Morrison, donde inició su carrera a finales de los ochenta. Pronto desarrolló, sin embargo, su propio e inconfundible lenguaje de formas, convirtiéndose actualmente en punto de referencia para una generación entera de diseñadores.
Para expresar sus ideas y universo creativo, ha desarrollado explícitamente para la exposición numerosas instalaciones de gran extensión repartidas en tres apartados, que muestran su visión personal de la vida en el futuro: un interior de un salón, un despacho de diseño y un espacio urbano. Estos muestran escenarios ficticios, confrontan al público con las inspiraciones, desafíos y preguntas del diseñador, poniendo los diseños de Grcic en una mayor relación social.
El punto culminante de esta escenificación es una panorámica de 30 metros de longitud, que muestra un paisaje arquitectónico del futuro.
Un cuarto apartado de la exposición se concentra en el trabajo diario de Konstantin Grcic. Aquí se exponen muchos de sus productos, pero también prototipos, dibujos e informaciones de transfondo, que se complementa con hallazgos, objetos cotidianos y obras de otros diseñadores, que han inspirado a Grcic. Así se pueden ver desde una antigua tetera y un viejo ordenador Apple, hasta obras de Marcel Duchamp, Gerrit Rietveld o Enzo Mari.
Con el cambio de perspectivas entre grandes y pequeñas relaciones, la exposición muestra que el diseño de Grcic no sólo es solución de problemas, sino un trato asociativo de imágenes, casualidades, rupturas y descubrimientos.
Para ello se muestran además sus diseños para muchas de las firmas más importantes, entre ellas Authentics, Flos, Magis, Vitra, ClassiCon, Plank, Krups o Muji, en los que el alemán siempre ha sorprendido con soluciones excepcionales, evitando cualquier deferencia y adquiriendo a menudo su original estética gracias a la intensa confrontación de Grcic con materiales, tecnologías y procesos de producción.