Revista Ciclismo

Paolini bate a Ettix-Quick Step en Gent-Webelgem

Por Elpedalnoticias.com

El italiano Luca Paolini (Katusha) se impuso en la Gent-Wevelgem 2015, bajo un clima de clásica.

pavé ciclismo gent wevelgem

Siguen las clásicas de Flandes. Sin Fabian Cancellara (Trek) por lesión y con un Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) que no encuentra el golpe de pedal… pero siguen las clásicas. Esta vez fue la Gent-Wevelgem, 240 km entre Deinze y Wevelgem con numerosas cotas y tramos de pavé, y bajo un clima de clásica: baja temperatura y lluvia fina aunque persistente.

La jornada se resolvió a favor del italiano Paolini, escoltado por el especialista Niki Terpstra (Ettix-Quick Step) y el recientemente laureado Geraint Thomas (Sky), quizás en su momento más dulce. Sep Vanmarcke (Lotto) y Alexander Kristoff (Katusha) también entraron en un top-ten que cerró Sagan, aunque a casi 7′ del ganador. Decenas de corredores no finalizaron la carrera, incluyendo a Nacer Bouhanni (Cofidis), Ian Stannard (Sky), el vigente campeón John Degenkolb (Giant-Alpecin), Bradley Wiggins (Sky) y el argentino Maximiliano Richeze (Lampre-Merida).

El local Jurgen Roelandts (Lotto-Soudal) llegó al último cuarto de carrera con un margen de 2′ con respecto al grupo perseguidor de siete corredores y 3′ del pelotón. Entre los perseguidores, grandes pretendientes a la corona como Thomas, Paolini, Vanmarcke, Terpstra y Daniel Oss (BMC). Terpstra, a su vez, contaba con la ayuda de Stijn Vandenbergh (Etixx-Quick Step).

En el enésimo paso por el pavé de Kammelberg, Paolini perdió contacto con el grupo perseguidor. El esfuerzo de Ettix-Quic Step para que así fuera había sido significativo. El italiano había mantenido el ritmo, probablemente a sabiendas de que podía reincorporarse antes del desenlace. Quedaban aún 35 km para la meta.

Así lo hizo el de la escuadra rusa. Primero alcanzó a un descolgado Oss y tras dejarlo, llegó a rueda de los perseguidores. Detrás el pelotón rodaba a más de 6′. Para entonces, Roelandts estaba a 1′ de ser cazado. Ettix-Quick Step, equipo local con dos corredores en el grupo perseguidor, continuaba comandando los destinos de una neutralización que parecía inexorable.

A falta de 20 km, el dúo de Ettix-Quick Step volvió a atacar y Paolini estuvo a punto de perder nuevamente contacto con el grupo. Poco después, un desperfecto técnico relegó a Terpstra mientras el resto alcanzaba a Roelandts.

La cabeza de carrera no se organizó y el holandés volvió a hacer contacto. Ettix-Quick Step nuevamente era mayoría y apenas Terpstra se puso a rueda, atacó. Paolini seguramente pensó que este era el movimiento clave y lo siguió. Fue el único que pudo hacerlo. Quedaban 15 km.

A sabiendas de que Thomas traía a rueda a Vandenbergh, compañero de Terpstra, Paolini tomó las riendas. Sin embargo, no pudo evitar que ambos se unieran en la cabeza de carrera. Detrás, Vanmarcke luchaba para emularlos y pudo hacerlo a falta de 7 km.

En el desenlace un desperfecto técnico retrasó a Vandenbergh y con él la ventaja numérica del Ettix-Quick Step. Poco después atacó Paolini. Era, muy probablemente, quien más esfuerzos había economizado a lo largo de la prueba y en consecuencia quien más reservas tenía. El ataque del italiano fue inapelable, contundente y en solitario. Nadie tuvo capacidad de respuesta. Quedaban aún 6 km para el final pero la carrera estaba definida. Para cuando Vandenbergh pudo reincorporarse ya era tarde, el italiano de Katusha había golpeado en el momento justo.


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