Quien crea que los papas pronuncian mensajes proféticos aunque no hablen ex catedra ya tiene un motivo para hacer la exégesis de una frase críptica de Francisco, Jorge Mario Bergoglio, el 266 pontífice, el heredero de Pedro según la interpretación de la Iglesia católica.
El papa y jesuita argentino la ha dicho a los periodistas en el vuelo desde Roma a Marruecos, donde estuvo hasta este domingo en visita oficial, que visitará también España “cuando haya paz” allí.
Fue como señalar que hay una guerra o algo parecido, una sugerencia nada tranquilizadora mientras visitaba un país islámico en el que hay una confrontación perenne en el Sahara exespañol, con su población sometida ilegalmente a Rabat.
Papa por la renuncia del alemán Benedicto XVI, desde 2013 visitó 38 países de todas las partes del mundo, algunos vecinos de España como Portugal, Francia y, ahora, Marruecos.
Esta no fue la primera vez que le preguntaron por esa visita a un país de 47 millones de habitantes que defendió al papado en numerosas guerras y cuya doctrina llevó por el planeta, desde América a la lejana Filipinas, único país de mayoría católica en medio del islam.
Bergoglio siempre respondió con evasivas, como esta de “cuando haya paz”, por la que, sin guerra, lo lógico es que se refiera al conflicto entre el Estado y los independentistas catalanes, bendecidos por el clero de la región.
Esta evasiva “críptica”, según dijo luego, podría interpretarse como un apoyo al separatismo, lo que de ser así logrará que el menguante catolicismo en España mengue aún más.
Claro que, puestos a ser proféticos, quizás Francisco acabe con el papado y con sus curas catalanes antes que con España: según las profecías de San Malaquías, ya no habrá papa 267.
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SALAS