Como ya dije en un artículo anterior, la Navidad está cambiando a pasos agigantados, y la llegada de Papa Noel a nuestras vidas, en estas fechas, es una muestra más de ello.
Yo, que no soy, ni mucho menos, reacio a los cambios, siempre y cuando estén destinados a mejorar las cosas, claro está, veo, sin embargo en esta ocasión un ejemplo bastante significativo de lo que yo denominaría:“Proceso de americanización de la sociedad española”. Y es que, al igual que ocurre con la celebración de Halloween, España, sobre todo en lo que a los más jóvenes se refiere, cada vez celebran más las tradiciones anglosajonas que las españolas. En España, el día de los santos se ha celebrado desde siempre bajo una tradición consistente en llevar flores a las tumbas de nuestros familiares y amigos y en comprar nueces, almendras y castañas asadas a la vuelta del cementerio, donde el número de puestos de ventas de frutos secos y golosinas resultaba importante. Sin embargo, hoy en día los jóvenes ya no conocen estas tradiciones y en este caso, ese día se disfrazan de muertos, esqueletos y demás temas de índole de ultratumba y van por las casas pidiendo caramelos y jugando al truco o trato. Pues bien, con Papa Noel está comenzando a ocurrir lo mismo. Ya son numerosos los hogares que les dan a sus pequeños los regalos el día de Nochebuena, que es cuando la tradición anglosajona marca la llegada de Papa Noel a los hogares con su trineo y su saco lleno de regalos, y entrando además por la chimenea, aunque en España supongo que lo cambiaran por la ventana, no lo se. Y yo veo, que la tradición de los Reyes Magos se está comenzando a perder, porque cada vez son más las personas que prefieren a Papa Noel frente a Melchor, Gaspar y Baltasar, y esa cantidad ha crecido de manera considerable durante la última década, porque hace 20-30 años casi nadie conocía a Papa Noel. Si bien es cierto que esta situación se ha instalado tan rápido en nuestro país debido, que es lo que he oído yo de casi todas las personas que lo prefieren, a que si el día 25 de Diciembre los niños abren sus regalos tendrán toda la Navidad para jugar con ellos, cosa que en el caso de los Reyes Magos no sucede porque solo cuentan con un día para tal uso, y esto es un hecho de mucho peso contra el que es difícil competir.
Por último, si me gustaría resaltar, que yo no estoy en contra de estas tradiciones, que creo que pueden ser perfectamente compatibles con las nuestras, pero sí pienso que los españoles deberíamos de cuidar lo nuestro, nuestra historia y nuestras tradiciones, porque un pueblo que no conserva sus tradiciones es un pueblo destinado a desaparecer.