Papá ¿por qué no hacemos juntos bricolaje? Bricolaje con niños.

Papá ¿por qué no hacemos juntos bricolaje? Muchas veces, cuando asistimos a congresos o espacios en los que se debate sobre la situación del sector de la ferretería y del bricolaje, escuchamos por boca de reputados ponentes las claves para el sector. Algunos los más osados, realizan una especie de panegírico sobre la necesidad imperiosa para el sector de apostar por la formación.

¿de dónde los sacarán?

Otros, prefieren centrarse en la arraigada costumbre de discutir sobre si son galgos o podencos y la masa silenciosa que ocupa el patio juega con sus teléfonos enviando mensajes o consultando sabe Dios qué tipo de páginas.

Esta introducción pretende diferenciar entre los que siguen pensando en el QUÉ y los que estamos en el CÓMO. Somos personas de acción, de acción reflexiva. Cansados de intentar convencer a interlocutores cortos de miras pasamos a la acción y emprendimos nuestra cruzada formativa, las más de las veces en solitario. Y es aquí dónde comienza la respuesta a la que hace referencia este artículo.

Papá, ¿por qué no hacemos juntos bricolaje? Sirva como referencia, por ejemplo, en los últimos dos años. En los dos últimos años, hemos impartido talleres de bricolaje con niños en los que han asistido más de doscientos niños en total. Sí, más de doscientos.

Niños y niñas que participan en un taller de bricolaje

En estos talleres de bricolaje, los niños y niñas, han podido cortar con caladora, ensamblar madera con tirafondos, ensamblar con pistola de silicona térmica, han pintado, decorado. Han podido trabajar con plantas, conocer los sustratos, los cuidados de las plantas. En definitiva, es estos años, los niños y niñas que han participado en nuestros talleres han aprendido, se han divertido, han ganado en autoestima, han trabajado valores como la solidaridad, el trabajo en equipo.

Ernesto, de 7 años, cortando con caladora

Algunos lectores, los más descreídos, que los tenemos, pensarán que esto es la invención de unos iluminados. Descreídos lectores, llevamos desde el 2007 realizando talleres de bricolaje con niños. Fruto de esa experiencia, la editorial Planeta nos publicó un libro con 14 proyectos de bricolaje realizado con niños.

¿dónde estaban esos sesudos ponentes que iban a dar las claves para el sector? ¿en qué estaban pensando? Son preguntas retóricas, porque siguen diciendo lo mismo, año tras año. Pensando en el corto plazo. ¿para qué van a sembrar en un sector dónde no saben si estarán?

¿por qué los niños quieren un balón de fútbol? ¿por qué nos piden unos patines o una bicicleta? ¿por qué ahora quieren ser cocineros? Hay muchas respuestas, casi todas cargadas de poderosas razones y sólidos argumentos, pero ¿quién se preocupa del cómo?

Insisto, lo importante es el CÓMO. ¿cómo hago yo para que mi hijo quiera practicar bricolaje conmigo?

Hay una parte muy importante en el aprendizaje infantil y es el aprendizaje por imitación o aprendizaje cognitivo social. Por resumir, aprendemos de nuestro entorno y de las personas que nos rodean, aquellas que son modelos. Nuestros hijos imitan nuestros gestos, casi al poco de nacer, imitan nuestras palabras e intentan imitar nuestras aficiones. En muchas ocasiones, después de los talleres, no pocos padres ni pocas madres, sonrientes, henchidos de orgullo, se nos han acercado para felicitarnos y espetarnos: pero si mi hijo es muy torpe ¿cómo ha podido hacer ese proyecto?

La clave está en tres pilares: hacer las cosas con CARIÑO, AMOR y PACIENCIA.

Respetando los intereses y motivaciones del niño, premiando sus logros, reforzando su confianza y su autoestima. Escuchando sus aportaciones, en definitiva, respetando al ser humano que tenemos al lado. Los talleres de bricolaje para niños, son talleres de bricolaje que nada tienen que ver con las manualidades que, la mayoría de las veces, son un burdo intento de insulto a la inteligencia.

El desarrollo, la planificación e implementación de actividades de ocio, actividades educativas y que potencien las habilidades de los beneficiarios que asisten a nuestras acciones formativas son ejes pedagógicos irrenunciables. Durante los últimos años, desde Briconatur hemos impartido talleres de bricolaje a distintos colectivos (mujeres, desempleados, clientes de grandes superficies, etc) Y para nosotros, los niños y las niñas, tienen una importancia muy especial.

Tal vez, al ser padre y al compartir espacios de crecimiento con ellos, lo tengo muy claro. Mis hijos han colaborado y colaboran en proyectos de bricolaje que desarrollamos en nuestra casa de Cantabria. Han cortado, pegado, sembrado, recolectado, pintado… en definitiva hemos compartido espacios de diversión y crecimiento mutuo.

Gracias a compartir nuestros tiempos, compartimos logros, compartimos sonrisas y alegrías.