Revista Diario

Papá sin complejos: La tecnología, mi niño y yo

Por Belen

Aprovechando el post  que hace unos dias escribió mamá sin complejos en el club de las Madres Felices sobre los niños y el uso de las tecnologías, quisiera dar mi visión al respecto (como se nota que estoy falto de ideas).
Soy informático, y llevo trasteando con más o menos éxito con ordenadores y tecnología desde antes de los 14 años. La verdad es que no recuerdo cuando fue la primera vez que tuve en mis manos uno. Intento hacer memoria (que ando fatal de ella, por cierto) y se me viene a la
mente un curso de BASIC que hice en EGB (¿os acordáis que antes teníamos EGB?). Ya más mayor, en el instituto, llegó el Spectrum, con el que básicamente jugaba. Y después mi primer PC, me costó 240.000 pesetas, y luego otro.. y así hasta hoy día. En casa podemos encontral un portátil en uso otro abandonado, un ordenador, habría que pensar en malvender en Cash Converter o similares 2 impresoras, un teléfono táctil, varios monitores, un par de consolas … sí, la tecnología ha invadido poco a poco mi vida. Casi sin darse uno cuenta, está rodeado de todo tipo de aparatos que, en teoría, te hacen la vida más fácil.

Hace casi casi cinco años llegó un niño. Y tiene a su alcance todas estas cosas desde el primer minuto de su vida. Y cuando empieza a tener autonomía empieza a toquetear cosas.  Y el jodío aprende que no veas. Me sorprende ver como coge el mando, enciende la tele, selecciona su canal (o sea, el Clan), y se pone a ver lo que hay. Y me sorprende, por que no le hemos dado las instrucciones. El tío se debe quedar mirando nuestras manos y se aprende como de manera fotográfica los pasos que damos y se queda con ellos enseguida.

Si hace falta, enciende la consola, el ordenador, y la tele, y el dvd portátil (pedazo de invento para cuando un niño se tira días hospitalizado o hace un frío que pela y se te acaban las ideas) y todo lo que se le ponga por delante

Y lo que más me sorprende es la capacidad que tiene para investigar. En el ordenador solo hizo falta decirle una vez que la X es para cerrar. Ya lo ha asumido y lo ha extrapolado a todas las aplicaciones, juegos, etc... Yo siempre he sido muy apañado para coger un aparato nuevo, instalarlo y ponerlo en marcha, muchas veces sin necesidad de leer el manual de instrucciones, y creo que este chico me supera. Lo cual no es de extrañar, por que ha trasteado con estas cosas desde muy pequeño.

Pero claro, no todo podía ser bueno. El tener tan accesible todos estos avances tecnológicos produce algunos efectos no deseados. Para empezar, el enganche. No se si les pasará a otros niños (supongo y espero que si), pero el mío tiene una facilidad tremenda para "enviciarse".
Déjale media hora con la Wii, que querrá la partida de regalo. Y luego, tras ceder con la partida de regalo, querrá la de "regalísimo" y luego una “extra” y luego una por comer fruta,…, y así.

Menos mal que ya hemos aprendido (creo) y antes de empezar a jugar se pactan el número de partidas (3-4 máximo por sesión).  Lo mismo pasa con el ordenador, y con los dibujos en la tele. Nunca son suficientes. Así que hay que llegar a acuerdos antes de empezar.
Otro de los problemas es que ante esto, el resto de juegos "no digitales" acaban siendo aburridos. ¡¡¡A ver quien puede competir con un Rayo McQueen que salta, gira en el aire, dispara  ¡satélites láser" o "patines neumáticos"!!!

Pero que queréis que os diga. A pesar de esos inconvenientes, a mi me parece que los niños tienen que estar en contacto con la tecnología. El futuro que les espera va a ser (ya casi lo es) totalmente tecnológico, y tienen que estar preparados para él. No debemos temer que sea demasiado pronto. De hecho, creo que es mejor que se acerquen a ello lo antes posible, por que les resultará más fácil absorber todo el conocimiento. Ahora lo que toca es que aprenda a distinguir entre la tecnología útil para su vida y la tecnología para consumir, que esa es otra, y no estoy yo muy seguro de que esté en disposición de darle lecciones...

Volver a la Portada de Logo Paperblog