Es raro, pero hemos llegado a casa después de recoger el revelado deseando ver las fotos de un carrete que tiramos ya hace unos cuantos meses. Supongo que es la intriga de como habrán salido las fotos lo que nos ha emocionado. Esta es la magia de la fotografía analógica con respecto a la digital, a parte de ese no-filtro retro que da la sensación de tener una imagen más 'atemporal'.