Revista Cultura y Ocio

“Papel y tinta”, de María Reig

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«La apasionante historia de una inconformista en el Madrid anterior a la Segunda República.»

“La historia de Papel y tinta es muy especial. Cuando María terminó su novela pensó en autopublicarse, y para ello puso en marcha un crowdfunding en redes sociales con el objetivo de tratar de reunir los 2.000 euros necesarios. Su iniciativa provocó que 125 mecenas se entusiasmaran con su historia y entre todos aportaran más de 4.500 euros. De este gesto se hicieron eco varios medios de comunicación. Cuando ella anunció que la novela saldría publicada en Suma de Letras y ofreció la posibilidad de recuperar su aportación a quien lo deseara, nadie quiso hacerlo; todos prefirieron que ese dinero se invirtiera en el lanzamiento de su primera novela.”

“Papel y tinta”, de María Reig

Cubierta de: ‘Papel y tinta’

Papel y tinta se sitúa en Madrid en las primeras décadas del siglo pasado. Elisa Montero, aunque de origen humilde, es criada desde niña por su madrina, una adinerada y misteriosa mujer perteneciente a la alta burguesía madrileña. Elisa no solo buscará liberarse de las limitaciones que le imponen su condición de mujer y su posición social para lograr convertirse en periodista, sino que intentará tomar las riendas de su destino y entregarse al verdadero amor. Como testigo, la rabiosa y convulsa actualidad de una España entre guerras que la acompañará en su lucha por conocerse a sí misma y sobreponerse a sus propios prejuicios.

La protagonista de esta historia, Elisa Montero, nace en un pueblo de Badajoz, Fuente de Cantos, pero a los pocos años es separada de su familia natural y obligada a vivir en Madrid con su madrina, Manuela, una viuda perteneciente por matrimonio a la alta sociedad que será la encargada de educarla desde ese momento y que lo hará con una severidad y una falta de cariño que a la niña le costará entender casi tanto como los rituales de su nueva posición social.
Mientras Elisa trata de ir adaptándose a su nueva vida en el palacete y a las amistades de su madrina, ocurre algo que inicialmente afectará la rutina de la niña y, años después, muchas más cosas. De forma secreta, su madrina introducirá a un muchacho malherido en el sótano de la vivienda, donde a Elisa se le prohibirá el paso sin que nadie le explique los motivos. La niña acabará enterándose de la historia, relacionada con los secretos que guarda su madrina, e incluso bajando con regularidad a visitar al enfermo, con quien irá trabando una relación especial. Un día, de forma repentina, el muchacho ha de ser evacuado del palacete, antes de lo cual logra confesarle su nombre a Elisa: Pedro Liébana.
Con el paso de los años Elisa crecerá protegida por una red de amistades y conocidos, en gran parte heredados de las relaciones de su madrina. No obstante, el carácter de la joven se irá mostrando también algo rebelde e inconformista ante las imposiciones de la época y las decisiones que otros quieren tomar por ella. Este rasgo se manifestará en la búsqueda de un amor idealizado, en contraste con los matrimonios de conveniencia por los que van optando algunas de sus amigas, y sobre todo en su deseo de ejercer el periodismo, una profesión hasta entonces reservada casi exclusivamente a los varones.

La desbordante imaginación de Elisa y la inestimable ayuda de sus amigas más cercanas harán posible que esta cumpla su sueño mediante un truco: la joven se disfrazará de reportero masculino, para lo que se verá obligada a imitar el atuendo, los modales e incluso los horarios de estos. Tras las gafas de su nuevo personaje —al que bautizará «Pedro Liébana», en recuerdo de aquel chiquillo—, Elisa se dará cuenta en sus propias carnes de lo distinto que es el mundo de la época en función del sexo de nacimiento de una persona. Su creciente relación con las alumnas de la Residencia de Señoritas de María de Maeztu pondrá además a la joven en contacto con las novedosas ideas feministas, lo que acentuará aún más sus convicciones.
El desdoblamiento exigirá a Elisa multiplicarse hasta el punto de casi tener que encontrarse en dos lugares distintos al tiempo, pero además la joven se verá obligada a hacer equilibrismos entre dos mentalidades opuestas en aquella época: la sumisa de la Elisa Montero de familia burguesa, en edad de casarse con un buen marido y dedicarse a sus labores y a recibir visitas; y la audaz de un Pedro Liébana reportero que debe mostrarse independiente, atrevido y dispuesto a todo por firmar un buen artículo o dar una exclusiva. Para mayor complicación, parte de los conocidos de ambos personajes son comunes, y el seudónimo que ella escogió como inocente homenaje le traerá más de un peligro a su vida. Por todo ello, la joven vivirá permanentemente en el riesgo de ser descubierta, si no expuesta a peligros mayores.

La falta de entendimiento y cariño de su madrina, así como la amargura de su matrimonio con Francisco de las Heras —propietario de la Banca Rosales, y que con el tiempo se ha revelado muy distinto de como fue durante el noviazgo—, va haciendo oscilar la balanza de Elisa a favor de su verdadera pasión, el periodismo, y de la búsqueda de ese amor romántico e idealizado que ella está segura de que existe. La permanente compañía de su colega, el corresponsal francés Olivier Pascal, irá creando unos vínculos de confianza entre ambos que acabarán desvelando no uno, sino dos secretos: Pedro Liébana es en realidad una mujer, Elisa Montero; y Olivier Pascal es a su vez el Pedro Liébana verdadero, quien debió ocultar su nombre para no verse involucrado en los delitos cometidos por su padre.
La aparición del amor imposible entre ambos jóvenes, así como la persecución a la que se verán sometidos por parte de las autoridades, complicará las vidas de los dos periodistas en un ya de por sí difícil Madrid de entreguerras. Otras tensiones, como la siempre tirante relación de Elisa con su madrina, el naufragio de su matrimonio, la entrañable recuperación del contacto con su padre y hermanos o la repentina desaparición de Pascal, añadirán más matices y dramatismo a la historia a medida que esta se acerque a su gran final. La proclamación de la II República, como telón de fondo del reencuentro de ambos jóvenes enamorados, sirve de inmejorable colofón a una historia que tanto esfuerzo dedica a la lucha por la igualdad y las libertades.

Lee y disfruta de un fragmento de la novela.

“Papel y tinta”, de María Reig

María Reig

La autora:
María Reig nació en Barcelona en 1992. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Dirección de Comunicación Corporativa por la EAE Business School.
Sin embargo, desde niña, su verdadera pasión es la literatura, fruto de la cual es su primera obra: Papel y tinta.

El libro:
Papel y tinta ha sido publicado por el Sello Suma de Letras en su Colección Nuevas Voces. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 784 páginas.

Cómpralo a partir de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo este este vídeo en el que descubrirás la historia de Elisa Montero, la protagonista de Papel y tinta y la historia de María Reig, su escritora.


Para saber más:
https://mariareig.es/

Como he comentado al principio todo comenzó de una manera muy especial. Este  es el vídeo de presentación de la campaña de financiación de la novela de ficción histórica ‘Papel y Tinta’, de María Reig.

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