Mientras sigo repensando mis reflexiones personales , y para ir ganando tiempo a esta larga carrea de aportar semana tras semana textos personales o ajenos que nos ayuden a situarnos a examinar nuestro entorno masónico, me ha hecho llegar el Hermano de la Imprenta de Benjamin este texto que ha traducido y que me ha resultado muy sugestivo y que les aporto para sui deleite.
Víctor Guerra
LOS ATEOS ESTÚPIDOS DE LA ESCUELA DE LA NOCHE (“SCHOOL OF NIGHT”) 2 ª parte
Sin embargo, si se admitiera lo que se critica a Harry Carr cuando dice que las prácticas divulgadas son extrañas a la masonería inglesa de esa época, se podría estudiar con interés la hipótesis de que la masonería haya usado esas “divulgaciones” para crear la forma de construir los rituales que no tenían o introducir prácticas “divulgadas” y seductoras en los eventuales rituales en curso de elaboración, como se hace corrientemente en nuestros días con la introducción de prácticas de una forma o de otra…. hasta obtener así una respuesta a la cuestión de la pérdida de los “rastros” dado que ignoramos cuales eran aquellas prácticas contemporáneas … igualmente esclarece de una manera nueva, la cuestión de la mención de los tres grados masónicos en las “actas” de una asociación musical y que es hasta ahora la mas antigua….
Ha pasado a ser de uso común tomar como referencia a las obras de Pritchard en la historiografía masonológica, pero equivale al fin, a considerar que el célebre film “Las fuerzas ocultas”, un film antimasónico bien conocido de 1943, podría ser una fuente confiable que permitiera reconstruir los rituales de iniciación en caso de pérdida de los mismos y que el guionista Jean Marqués Riviére fuera un tránsfuga de la francmasonería no es en ningún caso garantía de fiabilidad.
El hecho de que durante un largo período, las divulgaciones de Pritchard fueran las únicas disponibles lo cual no garantiza su exactitud más que la fiabilidad, ni aún la misma pertenencia de su autor. En las obras de Pritchard se notan ciertos elementos importantes: en primer lugar que esas “divulgaciones” y especialmente “Los tres golpes nítidos” comienzan por un saludo muy especial a los Maestros misteriosos en las sombras, que no pueden ser saludados antes de presentar al público sus prácticas secretas!….es un sorprendente caso de violación del juramento, porque después de todo, esas “divulgaciones” estaban prohibidas por el “secreto masónico” y por lo tanto portando el germen de la cólera de los Maestros.
La forma de esa salutación preliminar recuerda, en ciertos aspectos, los términos usados mas tarde para estructurar la “teoría del complot” (CF. ver la destacable obra de Jean Baylot sobre los Iluminados de Baviera y la influencia de los “Iluminados” sobre el Gran Oriente de Francia, “La Voie Substituye)”.
Otro elemento importante es que tales publicaciones contienen formas y referencias que parecen ser una mezcla de prácticas y de afirmaciones místicas o esotéricas.
El problema que se presenta radica en que las prácticas divulgadas parecen muy similares a ciertas formas de rituales que pretender ser de la tradición de los “antiguos” lo que se confirmaría ante la presencia de grados totalmente ausentes en la francmasonería de los “modernos”. Pero mas de una vez se ha afirmado y casi siempre en la misma línea argumental, que los “modernos” habrían invertido las columnas y modificado las palabrasdespués de la publicación de la “masonry”.
Sin embargo, sabemos que el esoterismo no es un elemento fundador de la práctica de los “antiguos” y un gran número de pistas dan que pensar que es mas característico de la masonería continental que de la inglesa, particularmente en sus formas mas “alquímicas”, pero ese punto resta en profundizar, pero sin confundir esoterismo, cristiandad y catolicismo.
Uno de los ejemplos de la mezcla de géneros es aquella de la mención de una práctica de instalación de los Maestros en la Silla, práctica típicamente relacionada a los “antiguos”, y que corresponde en ser una suerte de cuarto grado “post maestría” durante la cual un cierto número de elementos se completan, explican y profundizan.
Para que cada uno comprenda sin decir mas que lo necesario, le leyenda del Grado relata los eventos anteriores a la Muerte de Hiram y donde ciertos desarrollos (especialmente la entonación de un salmo o la impresionante presencia femenina de la Reina de Saba) dejando augurar lo que sería el grado del Real Arco.
En lo que concierne a las relaciones de esos “grados” con los “modernos”, donde se ha visto que fueron influenciados por esas divulgaciones, el caso es escuchado después de 1759 y resumido por una declaración de Samuel Spencer, Gran Secretario de la Gran Logia de Londres, que después de una correspondencia con una logia “antigua” de Irlanda, respondió que la masonería se componía de tres grados, Aprendiz, Compañero y maestro y que la Sociedad de los masones no tenía nada del Arco de las Antiguas prácticas.
Pero, para regresar a la ceremonia de instalación supuestamente divulgada en los “tres golpes”, es mencionada en tres hojas a partir de la pagina 64 donde está escrito, como una nota complementaria, que el Maestro que va a ser instalado esta arrodillado sobre sus dos rodillas, al Sur y que el Maestro ( se entiende que es el Venerable en su Silla) le hace prestar una promesa…. que recuerda fuertemente a un juramento de aprendiz, no por la descripción de los deberes del Maestro, sino en las penalidades, breve y que requiere un examen profundo y una gran desconfianza…..
A pesar de esto, una comunicación de la Logia de Investigaciones num. CC, Irlanda, para 1934-38 presenta un documento del Hermano Philipp Crossly “Recevoir un Frére aux environs de 1730” (“haciendo un hermano”; en esa época, al igual que hoy en día, en los ritos anglosajones no se habla de iniciación) constata que los antiguos catecismos no presentan jamás ceremonias ni rituales y que la clasificación de los grados en Aprendices, Compañeros de Oficio y Maestros, se halla solamente en el libro de las Constituciones de 1723.
.De igual modo, en Dublín 1730, se habla de grados al lado de grados sin que puedan ser verdaderamente comparados con las prácticas actuales . Así es que “las ceremonias de iniciación” en 1730 no tenía lugar mas que antes de la recepción de un Aprendiz como “hermano” en un momento que en que era “ingresado”, y todo tenía lugar en la logia.
En ese momento se le comunicaba “la palabra del masón”, que significaba “Dios lo estableció en la Fuerza”. Ese hermano podía ser elevado a Compañero de Oficio por la transmisión de un catecismo que sancionaba la prueba de sus cualidades. Todo al parecer aparentemente sin ceremonial, y llegar aún al grado de Maestro, es decir a Venerable de la logia, que se desarrollaba según “su propio mérito”.
Esta parte del artículo ha sido enteramente filosófica. Se ha tomado del trabajo de Stevenson aparecido en los años ´90 y estuve diez años para leerlo!) donde un gran número de pistas permitían relacionar Escocia con Londres.
Inesperado para los escocistas y los defensores del origen escocés, pero el conjunto hace referencia a la matriz londinense haciendo una sorprendente abstracción de la geografía y de las rutas.
Es tan así, que pocas obras en Francia , hasta hace muy poco no presentaban a la Gran Logia de los Antiguos de otra forma que como una troupe de disidentes católicos que se constituyeron en reacción a los modernos ( los de 1717) quienes los expulsaron de sus asambleas.
La información se vuelve muy contradictoria, pues no hay consenso acerca de la Gran Logia de Irlanda, la Gran Logia de Toda Inglaterra o de York, la Gran Logia de Escocia, esta misma frecuentemente citada, no aparece como fundadora…. Extraño olvido por parte de aquellos que tomaron el titulo de una corporación copiando lo que parecía ser típico de los grupos masónicos: la geometría en el espacio, considerada desde el comienzo como el arte mayor por excelencia.
Pero ocurre que se olvida que todos quienes se montaron sobre la historia masónica habían sido iniciados en Escocia o en la frontera norte de Inglaterra cerca de York y es un punto sorprendente del estudio histórico en masonología porque uno de los miembros mas eminentes de los grupos fundadores de clubes intelectuales del siglo XVI, fue Thomas Harriot, amigo íntimo de Walter Raleigh, que justamente era topógrafo y por lo tanto, geómetra.
A pesar de todo, esa conclusión será válida solamente si se admite una cierta continuidad en la evolución del pensamiento social occidental. Esto viene a contradecir la opción de “todo cristiano” pero no tenemos opción, aún si se considera que la Historia después de todo no es otra cosa que la elección de quienes la escriben.
Muchas cuestiones se plantean ahora, como la de vincular los eventos y los hipotéticos rituales, ¿como poder afirmar que una relación sea posible o no con los los grupos de constructores?
Y en todo caso, en efecto, cualquiera sean las opciones elegidas en el estudio masonológico, siempre se vuelve a los constructores, aunque solo sea a través del estudio de los documentos que han llegado hasta nosotros.
¿Porqué revisar los Estatutos Shaw, si no existe un vínculo?
De hecho , el término de constructor puede tomarse de diversas formas, ya en el siglo XVI.
¿No sería posible considerar que aquellos que construían la mitología de los Tudor, esos famosos “anticuarios”, y particularmente John Leland, quien participó activamente en vincular la leyenda artúrica a la Corte Tudor, pudieron haberse involucrado en la formación paralela de clubes de amigos o de sociedades fraternales donde el objetivo era el de compartir sus visiones históricas, sociales y teológicas al abrigo de oídos indiscretos y mas allá de cualquier dogma?
Era la voluntad real, expresada por Enrique VIII, de suplir las lagunas en la crónicas por la introducción de una dimensión mitológica importante.
Los anticuarios fueron disueltos por orden del rey Jacobo I de Inglaterra, el mismo que designa a William Shaw “Master of Work to the Crown of Scotland” (Maestro de Obra de la Corona de Escocia) en 1583, cuando era rey de ese país bajo el nombre de Jacobo VI Estuardo.
Es bueno hacer notar que ese mismo Jacobo I, llegó a ser Gran Maestre de la Gran Logia de Masones de York en 1603.Iñigo Jones, Maestro Arquitecto le sucederá dos años después.
Pero no nos alejemos demasiado.
El fenómeno de los clubes de intelectuales y poetas no es una novedad del siglo XVIII, como se ha visto; no más que los Anticuarios refundados en 1717 bajo la protección de la Royal Society. Los nuevos Francmasones se asociaron para construir, como otros lo habían hecho antes, pero con menos probabilidad de ser pasados al patíbulo.
Contrariamente a lo que se pueda pensar del iluminismo isabelino, no se tuvo jamás un momento de apertura desde el punto de vista religioso y lo cierto es que los esfuerzos represivos de un Francis Walsingham no permitieron la implantación masiva de la corriente rosacruciana renana en suelo británico, aunque incitaron la curiosidad de los aristócratas curiosos de la ciencia como Raleig y Harriot, por ejemplo.
Se sabe que Thomas Harriot fue uno de los mas brillantes científicos topógrafos del fin del siglo XVI y se aprovechó de las investigaciones realizadas por John Dee, Thomas Dignes o Robert Recorde.
Así que todo eso debe ser considerado, tanto como una cierta atención a los calvinista y su profunda influencia en los medios “iluminados”, lejos de pensar que ellos fueron la fuente.
Contentémonos de constatar que el movimiento “libertino” de esa época, muy aficionado a las novedades, utiliza esa novedosa forma de cristiandad para justificar su curiosidad.
En cuanto a John Dee, el ambiguo mago que condenaban los unos y los otros, para justificar sus errores, quedó definitivamente desacreditado.
Raleight, como buen número de buscadores de la época, no publicó sus trabajos y el único que ha sobrevivido es un tratado topográfico: “ Una breve y verdadera relación de la nueva tierra en Virginia”. Es bien evidente que el ambiente integrista y represivo de la corte de Isabel incitaba a reunirse al abrigo de los curiosos y reservar sus descubrimientos para el mundo de las Letras.
El interés de Henry Percy, “el conde brujo” de Northumberland y de Walter Raleigh por los escritos de Giordano Bruno, y su militancia por una renovación filosófica neoplatonista, acabó por dar cuerpo a la sospecha de ateísmo, a lo ojos de la iglesia anglicana.
Tal actitud atizó la desconfianza de sus servidores y más general, del pueblo: no es difícil recoger los testimonios de la época que denunciaban las prácticas ocultas de ciertos aristócratas y académicos.
El clima de violencia, donde el asesinato de Christopher Marlowe fue una de las consecuencia, el complot de las pócimas, que permitió el arresto de Henry Percy, dieron mucho crédito a la tesis de una “Escuela de la Noche” aunque a veces se citaba bajo otros nombres.
Sin embargo, aunque la mayor parte de entre ellos fueron prendidos y llevados ante los tribunales por motivos religiosos, en su mayoría fueron arrestados por los cargos habitualmente reservados a los infieles: incesto, pederastia y sodomía….. en otras palabras por “ ateos estúpidos y libertinos irreligiosos”..