Paquito. Sobre la vida Paco Jamandreu

PAQUITO, La cabeza contra el suelo.

Dirección e Idea original / JUANSE RAUSCH
Dramaturgia / NATALIA CASIELLES

SÍNTESIS DEL PROYECTO Paquito (La cabeza contra el suelo) se constituye como el intento de reconstrucción de una vida: la vida de Paco Jaumandreu. Marica, diseñador, modisto, crítico, personaje público, performer, escritor. Paco es recordado por ser quien vistió a Eva Perón, sin embargo y más allá de este vínculo esencial, hay mucho más para descubrir en la historia de este personaje. En este universo imaginario, similar a paisajes poéticos de Puig, Perlongher y La Noy, Paco regresa: está de vuelta. Regresa y consigo trae a sus fantasmas: sus tías, sus amantes, sus modelos, las anécdotas, los shows, a Evita. Esta reivindicación se constituye en un gesto tierno que se opone y transforma la crueldad ejercida sobre las disidencias sexuales. La ternura como gesto político, citando a Lemebel, como posibilidad de que “homosexualice la vida”, la existencia, la lucha. Ternura que se introduce en el vínculo de Paco con Isabel Sarli, Fanny Navarro, Azucena Maizani y Evita: esa relación de la loca con las amigas, que se constituye en alianza queer. Al darles lugar en su historia, Paco reconstruye sus anécdotas, sus tristezas y sus potencias. Esas alianzas son las que permiten atravesar el dolor de la soledad obligatoria, esa “nubecita de humo violeta” como la nombra Paco, que lo ahoga cada vez que un chongo-amante lo abandona para cumplir con el mandato heterosexual de la familia y los hijos. Para hablar en primera persona, para mariconear un poco más, para contar su historia, para exigir ternura: Paco vuelve. Todo esto ocurre en la gran cabeza de Paquito: un teatrito-pasarela, escenario de géneros menores, que con canciones y música en vivo, se propone reivindicar una vida

MOTIVACIÓN PARA REALIZAR EL PROYECTO Por un lado se trata de recuperar a un personaje histórico, Paco Jamandreu, que si bien ha sido representado a través de su vínculo (esencial) con Evita, hasta el momento no ha habido producciones artísticas que traten su figura en particular. Sus memorias, publicadas en 1975 se constituyen como un documento fundamental para el estudio de las disidencias sexuales en Argentina. Paco en sus escritos crea un mundo marica que anula las categorías de “realidad” y “fantasía”. En esta obra proponemos un desarrollo escénico que vaya en consonancia con dicho material textual: planteamos una indagación escénica del imaginario camp desarrollado por Paco, con los fines de explorar la mariconería como forma de producir ficción. Consideramos que es necesario releer la figura de Paco (1919-1995) desde el presente, para establecer un diálogo intergeneracional, una actualización de experiencias y sentires que recorren el archivo queer y que es necesario recordar y revisitar. Proponemos abordar ese archivo desde las categorías de “crueldad” y “ternura”, que empleamos de forma temática pero también procedimental: ¿Qué produce un relato, una actuación, una obra o una vida sostenida en la ternura o la crueldad? Por último, al tratarse de la vida de un artista, también se pretende invocar su obra: sus performances de moda, su producción de indumentaria, su obras visuales se constituyen como un documento que la propuesta recupera y pone en escena.

PROPUESTA DE PUESTA EN ESCENA La puesta en escena de esta obra construye sus bases a partir de un diálogo con ciertos espectáculos de «género menor»: music- hall, teatro de revista, cabaret y en particular el café- concert argentino. En ese ámbito, se produce la articulación de canciones, archivos, ficcionalizaciones de la vida de Paco y el propio relato de esa vida. Esta articulación a veces es causal y otras veces arbitraria, pero produce un ritmo acelerado, a través de cuadros de distintas duraciones e intensidades. Con música en vivo, la puesta se constituye en tres dimensiones: una dimensión histórica, basada en los recuerdos, en el gesto de recordar y en una influencia clara la estética de los años ´40 y ´50 en Argentina, sobre todo del cine argentino de esa época (estética presente en la narración de Paco en su libro). Una dimensión actoral o ficcional: se nos presentan apariciones que tienen más o menos conciencia de su estado de actuación y que a partir de su franca y aceptada condición ficcional nos permiten ver imágenes imposibles: Isabel Sarli recitando a Pedro Lemebel, Paco conversando con Fanny Navarro sobre su destino, Paco hablando con una Evita-mostra de tres cabezas, etc

Quienes actúan son conscientes y acentúan ese: «estado de actuación». Por último una dimensión actual y biográfica: actual porque justamente actualiza, las ficciones nombradas anteriormente. El espacio para la improvisación se constituye como un gesto que podría remitir nuevamente a ciertos géneros de teatro “menor”. Biográfica porque permite introducciones de la vida personal y actual de los actores dentro de la dramaturgia, abriendo lugar a un juego de muñecas rusas, que busca poner en jaque la construcción de una identidad única e inalterable. La puesta en escena en general y las actuaciones en particular se sostienen a partir de la producción de ciertos elementos de una estética «camp»: exagerados, artificiosos, maricas y exageradamente emotivos. Lejos de producir distancia, estos elementos se articulan a partir de la ternura y el deleite, permitiendo ingresar en las profundidades de esa sensibilidad.

FICHA TÉCNICA-ARTÍSTICA

Actúan: Nicolás Martin, Maiamar Abrodos, Matias Lopez Barrios, Lucía Adúriz Bravo, Paola Medrano. Pianista: Sebastian Sonenblum

Coreografía: Mijal Katzowicz

Diseño de vestuario: Lara Sol Gaudini

Diseño de escenografía: Laura Copertino

Diseño de iluminación: Facundo David

Diseño gráfico: Martín Gorricho

Producción: Sofia Boué

Composición musical: Teo López Puccio

Dirección musical: Dino Pérez

Dramaturgia: Natalia Casielles

Asistencia de dirección: Abril OA

Dirección e idea original: Juanse Rausch

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