Quiero aprovechar este espacio para hacer un homenaje a todas aquellas mamás que, por circunstancias de la vida, han tenido que vivir separadas de lo que más quieren en este mundo, sus hijos.
Y a todas las que, por sus hijos, se han tenido que enfrentar a las situaciones más terribles.
Miro a David, sin más, puedo hacerlo cuando quiera y tantas veces como quiera. Y no quiero que se me olvide que esto que yo vivo como algo normal, como algo que doy por hecho, es el regalo más maravilloso que me ha hecho la vida. Tener a mi hijo conmigo y verlo crecer feliz y sin problemas.
No me puedo ni imaginar como sería mi vida si tuviera que separarme de el....de hecho no creo que pudiera soportarlo.
Pero se cruzó en mi vida una persona que me enseñó que, aunque la tristeza es inmensa, hay que afrontarlo y seguir adelante por ellos, por tus hijos, porqué aunque lejos, siguen ahí esperándote y necesitándote...
Y ahora, una especie de broma macabra del destino ha hecho que esta persona vuelva a reunirse con sus hijos, después de muchos años, pero no de la manera que ella soñó cientos y cientos de veces, sino para darle su ayuda y apoyo a uno de ellos que, desgraciadamente, atraviesa un momento muy difícil.
Desde aquí mando el abrazo más grande de todos para cada una de ellas y en especial para la que, sin saberlo, ha dejado un hueco enorme en nuestra casa y en nuestros corazones.
Espero que la vida sea justa con ella y nos la traiga de vuelta pronto. Junto a sus hijos, por supuesto.