Para Chiara, tercera parte de la trilogía calabresa de Gioia Tauro

La familia Guerrasio se reúne para celebrar el dieciocho cumpleaños de la hija mayor de Claudio y Carmela. Un motivo de felicidad y de encuentro de tíos, primos, sobrinos y amigos. Sin embargo, todo cambia al día siguiente cuando Claudio desaparece. Nadie le cuenta a Chiara, la hija mediana, que sucede realmente y es cuando emprende una odisea personal. Al poco no le quedan dudas, su padre, ese hombre al que tanto admira es en realidad un poderoso narcotraficante de la mafia calabresa, la Ndrangheta.

 Este el punto de partida de A Chiara, premio a la mejor dirección para Jonas Carpignano en el Festival de Cine de Sevilla y que se pudo ver en la X edición de la Mostra de Cinema Italiano de Barcelona.  Con esta cinta cierra la trilogía dedicada al municipio de Gioia Tauro. A Carpignano le preocupan los temas sociales. Si en Mediterranea, seguía los pasos de la inmigración, y en A Ciambra se podía seguir la vida de la comunidad gitana desde los ojos de un niño en A Chiara le interesa centrarse en la importancia de las familia desde el punto de vista de una joven adolescente. 

Un papel rescrito para Swamy Rotolo a la que descubrió en 2015 mientras preparaba el rodaje de A Chiambra buscando figurantes para una escena ambientada en una escuela. En la cinta todos los personajes que aparecen son de su familia. Y de hecho tal como ha manifestado Carpignano A Chiara es una película sobre la familia, sobre las relaciones padre e hija que trata de explicar como las personas aprenden a enfcontrar su propia ética moral, entre el bien y el mal con la que trazar un camino para conquistar su libertad. Para él este es el hilo común que une la trilogía.